Diego Simonet, el mejor jugador argentino de handball, reconoció que es «casi imposible» que pueda llegar a disputar los Juegos Olímpicos de Río 2016, tras la grave lesión que sufrió en la rodilla, pero aclaró que trabajará para lograrlo ya que tiene «una mínima esperanza».

«Hay que afrontar esta piedra en el camino y hay que darle para adelante, que es lo único que queda. Lo único que me motiva es que hay una casi mínima chance», expresó el mejor jugador argentino en declaraciones a TyC Sports.

El jugador, quien milita en el Montpellier de Francia, reconoció que «es difícil» que pueda llegar a estar en la cita olímpica, pero aclaró que lo «único que me motiva es recuperarme para volver a jugar y estar».

Simonet sufrió el pasado sábado la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, y la recuperación le demandaría unos seis meses, por lo que sus chances de estar en agosto en los Juegos Olímpicos se reducen notablemente.

La semana próxima Simonet será operado en Francia, en donde realizará los primeros dos meses de recuperación, mientras que luego intentará continuar con los ejercicios en Buenos Aires, junto al cuerpo médico de la Selección argentina, aunque eso lo deberá coordinar con su club.

El jugador indicó que no siente dolor y agregó que cuando se lesionó no pensó que se había roto los ligamentos cruzados, sino  que había sufrido solo un esguince.

La lesión del mejor jugador de «Los Gladiadores» se produjo el sábado pasado en un partido que Montpellier disputó por los octavos de final de la Liga de Campeones de Europa frente a Flensburg, partido en el cual luego de lo sucedido, regresó al partido y marcó dos goles.

«Sentí que se movía un poco la rodilla, pero volví caminando al vestuario y no tenía dolor. Cuando volví a la cancha, metí dos goles luego de la lesión, en un momento caigo y me fui al banco, y si bien no sentía dolor no pensé que era esto», agregó.

Simonet se sinceró y expresó que en el handball «es imposible jugar con los ligamentos rotos, más a este nivel que se juegan partidos todos los días. La velocidad, el salto, la rotación, todo exige a la rodilla y es lógico que me tenga que operar».