Por Osvaldo La Spina

Es el máximo goleador de la historia de Newell’s con 104 gritos. Infló las redes a fines de los 70 y en la década del 80. Ídolo y emblema de la historia rojinegra. Víctor Rogelio Ramos. O simplemente «Condorito». El artillero que hizo delirar de felicidad al pueblo leproso aceptó el mano a mano con Conclusión y recordó vivencias de los clásicos rosarinos que le tocó jugar.

Ramos debutó con la camiseta de Newell’s en el año 1978 en un partido contra Huracán y vistió la rojinegra hasta 1983. Luego jugó en Francia y volvió al club del Parque en 1987 hasta el 1989. En los 240 partidos que vistió la camiseta de Newell’s convirtió 104 goles.

«Jugué 15 clásicos y en total le hice 6 goles a Central. El partido que más me marcó fue cuando salimos campeón en el año 1988. Teníamos un gran equipo que marcó la diferencia. Scoponi; Basualdo, Theiler, Pautasso, Sensini; Llop, Martino, Rossi; Dezotti, yo y Almirón, un equipazo», aclaró Ramos.

Con relación al historial de los clásicos entre las dos instituciones rosarinas, «Condorito» expresó que «los clásicos son muy disputados por eso en la época que me tocó jugar en la selección argentina me tocó compartir la misma habitación con Alfredo Killer en Buenos Aires. El director técnico era (Carlos) Bilardo y las cargadas eran a toda hora pero todo quedaba ahí, con mucho código y respeto. Llegaba el domingo y nos enfrentábamos. En el fútbol de ahora se juega todo con lo físico, se corre mucho, y pegan en forma desleal», continuó aclarando el ex jugador.

Víctor Rogelio Ramos quedó en la historia de Newell’s como máximo goleador con un total de 104 goles. Además jugó en Unión, Nueva Chicago, Francia (Nantes y Toulon) y volvió a jugar en su última etapa con la camiseta rojinegra. En toda su carrera deportiva convirtió 270 goles.

«Conocí mucha gente. Coseché amigos y tuve el reconocimiento de los hinchas, y de la gente que es lo que más me llena como persona», dijo sobre su pasado como futbolista. Y agregó más detalles: «Llegar a la primera división del fútbol no es fácil, y mantenerse cuesta más. Siempre se aprende algo más si entrenás, te cuidas y tenés una conducta. Hoy los jóvenes terminan el entrenamiento y se van a la casa con los auriculares puestos. Es importante practicar los tiros libres, hablar sobre estrategias de juego, patear al arco…».

Que el clásico desde hace años se juegue sólo con la hinchada del equipo local también fue tema de charla con Ramos. «Es ridículo, es horrible jugar sin público visitante. Con esto se perdió el folclore. Ojalá que algún día se vuelva a repertir de ver a banderas e hinchas de los clubes en una misma cancha. Pero depende todo de los dirigentes, quienes se tienen que poner más a la altura de las circunstancias», concluyó Ramos.

Por último, «Condorito» analizó el presente de canallas y leprosos: «En los partidos entre Central y Newell’s tanto el que viene bien como el que anda mal esto no se puede tener en cuenta. Central está en su mejor momento del torneo y la Lepra con una racha adversa, pero también le pasó a los canallas no hace mucho tiempo. Yo quisiera que gane el equipo que quiero y que jugué durante tantos años. Una derrota más influiría en el ánimo de los jugadores y en la comisión directiva actual».