A horas para el comienzo de la Superfinal de la Copa Libertadores, hinchas de River comenzaban a llegar al estadio Monumental con la ilusión de conseguir una entrada y otros, con el ticket ya asegurado, buscaban calmar la ansiedad, mientras que fanáticos de Boca alentaban al conjunto «xeneize» en el hotel donde concentraban los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto.

Con la esperanza de obtener una entrada, exponiéndose a los riesgos de la reventa, muchos «millonarios» comenzaron desde temprano a colmar las inmediaciones del Antonio Vespucio Liberti.

En tanto, un grupo de hinchas de Boca se acercó hasta el Hotel Madero, en el barrio porteño de Puerto Madero, para alentar a los jugadores del «Xeneize».

Curiosamente, los encargados de la Seguridad de Boca se acercaron hacia los periodistas presentes en el lugar para pedirles que no hablaran con los fanáticos, para evitar los gritos y cánticos y así dejar que los deportistas descansen.

El estadio Monumental abrió sus puertas a las 13.05 y una multitud de hinchas de River, que desde temprano hicieron una fila de varias cuadras, empezó a entrar en forma ordenada a la espera de la segunda final de la Copa Libertadores ante Boca, que comenzará a las 17.

Minutos antes, personal policial revisó en el vestuario de Boca los bolsos que la utilería xeneize llevó al Monumental, en un operativo similar al ocurrido en La Bombonera en el vestuario de River el domingo 11 de este mes en ocasión del partido de ida (2-2).

También se tapió el camino de acceso al vestuario visitante para evitar que el plantel que conduce Guillermo Barros Schelotto tome contacto con hinchas de River.

Ambos planteles están terminando el almuerzo, River en el Sofitel Cardales, y Boca en el hotel Madero, donde miles de hinchas del equipo auriazul realizan un banderazo para acompañar la partida del plantel rumbo al Monumental, prevista para las 14.50.