Por José Odisio, enviado especial a Santa Fe

Ignacio Scocco fue claramente el más destacado del triunfo leproso por 4 a 1 ante Central Norte de Salta. Puso a disposición del equipo todo su poderío ofensivo, marcó dos goles y pudo haber hecho más. Otros que tuvieron un gran partido, fueron Milton Valenzuela y Jalil Elías.

Seguimiento individual leproso:

Luciano Pocrnjic (5): sin tanto trabajo, en el gol poco pudo hacer con la potencia del remate.

Franco Escobar (6): se proyectó mucho y generó riesgo. Pura voluntad.

Sebastián Domínguez (6): el partido lo tenía contrariado, como en la últimas presentaciones, pero el gol le trajo desahogo.

Néstor Moiraghi (5): perdió con Puntano en la jugada del gol. Después le sobró con su presencia.

Milton Valenzuela (7): demostró que no ponerlo sonaba a capricho o falta de confianza a los juveniles. Recuperó mucho, atacó siempre y generó el primer gol.

Jalil Elías (7): despliegue, quite, entrega segura y un gol de cabeza. Inexplicable que Sills le quitara su lugar como titular.

Braian Rivero (5): participó mucho, pero estivo impreciso en los pases. Le costó encontrar su lugar.

Héctor Fértoli (6): su velocidad fue demasiado para la defensa salteña. Tuvo cierta displicencia en el área que le impidió convertir.

Mauro Formica (5): entendió que podía marcar diferencia, pero no la pudo plasmar, salvo en la jugada del penal.

Víctor Figueroa (6): demasiado errático en el primer tiempo, se acomodó mejor en el segundo y puso dos centros perfectos en los goles de Domínguez y Elías.

IGNACIO SCOCCO (8): demasiado delantero para un rival inferior. Cuando quiso, marcó diferencia. Anotó por duplicado, pero pudo hacer alguno más.

Carlos Rotondi: cumplió con el ida y vuelta en el carril, como cuando juega en reserva.

Mauricio Tevez: se obsesionó con anotar y la ansiedad le jugó en contra.

Maximiliano Ribero: entró para jugar los minutos finales.

 

Juan Pablo Vojvoda (7): se animó a poner algunos pines y le salió bien. No hizo grandes cambios, pero los detalles alcanzaron para mejorar la fisonomía de un equipo que venía golpeado.