El porteño Diego Schwartzman (13º del ránking mundial) y el bonaerense Sebastián Báez (88°) irán por la confirmación y el milagro, respectivamente, en su segunda presentación en el Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada.

Schwartzman buscará confirmar su buen estreno, cuando venció al serbio Filip Krajinovic por 6-3, 6-4 y 7-5, para alcanzar la segunda ronda por sexto año consecutivo en lo que es su octava participación en el Grand Slam australiano.

Además, con ese triunfo, igualó el récord de victorias sobre superficie dura del mítico Guillermo Vilas con 107, por detrás de Juan Martín del Potro (311), David Nalbandian (187) y su actual entrenador Juan Ignacio Chela (121).

En la edición pasada, el porteño de 29 años cayó en tercera ronda después de verse sorprendido por el que acabaría siendo la revelación del torneo, el ruso Aslan Karatsev (18).

De su lado, Báez viene de darse un gran gusto al conseguir la primera victoria de su carrera en un Grand Slam, eliminando al español Albert Ramos Viñolas (44°) en un maratónico partido de casi tres horas y media por 6-4, 4-6, 6-3, 1-6 y 6-2.

El argentino de 21 años, entrenado por Sebastián Gutiérrez, cristalizó con esta victoria la gran temporada 2021 que había tenido a nivel Challenger: fue el mayor ganador de título, con seis de los 20 que consiguieron los jugadores albicelestes.

El jugador nacido en Billinghurst, en el partido de San Martín, sumó así el tercer triunfo ATP de su carrera, luego que en 2020 pasó la primera ronda de Hamburgo y la semana pasada lo hizo en Sídney.

Y como premio o castigo enfrentará, iniciada la madrugada del jueves en la Argentina, nada menos ni nada menos que al griego Stefanos Tsitsipas (4°), que se impuso con relativa facilidad al sueco Mikael Ymer 6-2, 6-4 y 6-3.

Además, el europeo despejó las dudas que había en relación a una posible lesión en uno de sus hombros.

Aquel que gane se deberá ver las caras contra el vencedor del partido entre el búlgaro Grigor Dimitrov y el francés Benoit Paire.