El rugby femenino está en franco crecimiento. Un deporte que históricamente estuvo asociado a los hombres, hoy encuentra cada vez más adeptas a la práctica que ponen la lupa sobre la perspectiva de género dentro del campo de juego. En Rosario ya se formalizó la liga y son varios los clubes que tienen equipos conformados en distintas categorías. Uno de ellos es Los Caranchos, ubicado en calle Wilde 1802, donde las chicas ponen el capital humano para su entrenamiento.

Sin embargo, la expansión de esta disciplina trae aparejadas necesidades para llevar adelante los entrenamientos y una práctica comprometida. Las deportistas manifestaron la necesidad de contar con un respaldo contundente por parte de organismos oficiales, que ayuden a explotar las potenciales capacidades de los equipos, como por ejemplo el abastecimiento de indumentaria y medios para el traslado hacia los partidos que generalmente son los fines de semana, ya que son ellas mayormente las que sostienen su pasión en términos económicos. En ese sentido, desde la Unión Argentina de Rugby (UAR) consideran que la práctica en el club rosarino se encuentra en pleno desarrollo.

 

En diálogo con Conclusión, el entrenador Germán Andrade contó que “la idea es darle un poco más de difusión al deporte, si bien el rugby ha crecido muchísimo, el rugby femenino viene en auge y está creciendo en varios clubes de la ciudad de Rosario. Hace ya unos años que estamos con esta propuesta, yo hace poco que me sumé como entrenador con las chicas, pero soy entrenador hace 12 años del club con juveniles y he estado mucho tiempo aquí”.

“Es hora a apostar a este proyecto de chicas como un deporte que crece, la idea es convocar a todas las chicas de 13 años y no hay límite de edad prácticamente porque se pueden sumar el deporte, si bien tiene una preparación física básica que es deporte, digamos de contacto, entonces se necesita una preparación física mínima que es poder correr, poder tener o sostener”, dijo Andrade.

Al preguntarle cuales son las estrategias para convocar a las mujeres para este deporte, contestó que «se van sumando, de boca en boca, por la gente que pasa por el costado de la cancha y las voy buscar para jugar a las chicas”, aunque aclaró que “está difícil convocar gente porque también hay conceptos digamos, sobre el deporte, que están muy arraigados en la sociedad y eso hace a veces que sea un poco más difícil también”.

 

«Después, cuando se acercan, muchas chicas se quedan con nosotros. La idea es eso, convocar gente y que se sume al deporte de las chicas».

Una de las jugadoras del rugby femenino, Solana Arenas, narró su experiencia dentro de la entidad: “Juego hace 9 años en el club Los Caranchos. Antes era mixto, no había categorías, Yo arranqué a los 12 años, podías tener 12 años y jugar con gente de 30. Ahora ya estamos organizados, ya podemos dividirnos en categorías».

“En estos días estoy ayudando en el club”, expresó la jugadora. “Tengo categorías a cargo. Entonces trato de sumar más jugadoras desde las hermanas, ya que es difícil con la edad que tengo poder involucrarme en establecimientos”, añadió.

También se encontraba en el lugar la capitana del equipo, Ornella Blesio, lista para los entrenamientos que se dan los martes, jueves y viernes de 18.30 a 20.30. Además, comentó que tienen encuentros seguidos, los domingos generalmente contra otros clubes.

La capitana expresó la realidad sobre la situación económica que atraviesan: “Si nos quieren dar una mano por el hecho de que la situación está media complicada, es bienvenido. Tenemos que viajar, tenemos que comprar los equipos, tenemos compañeras que a veces no pueden tener los botines para entrenar. El que se quiera sumar, apoyarnos, estaría genial».

Agregó que “generalmente viajamos en tráfic y tenemos que pagarlo nosotras. Este año lo vamos a arrancar haciendo varias cosas para juntar plata. Vamos a hacer ventas de rifas, a poner huevos de pascua y esas cosas. Ver si hay alguna empresa, alguna firma que nos quiera apoyar para seguir avanzando con este deporte que es el Rugby femenino”.