Newell’s Old Boys ganó ayer en su casa después de más de seis partidos sin conseguir triunfos y todas las cámaras apuntaron a un inesperado protagonista: Román Bravo.

El delantero rafaelino de 20 años fue el gran héroe de la noche para la Lepra, al anotar el tanto del triunfo 1 a 0 frente a Independiente con una fulminante volea de derecha en el minuto ‘93 de partido.

Menos de 24 horas después de ese debut soñado, Bravo fue convocado para firmar su primer contrato como jugador profesional de Newell’s.

«Siento mucha felicidad, creo que es una recompensa que me debía a mi mismo después de haberla peleado tanto», expresó el delantero nacido en 2001 en Rafaela tras sellar su contrato hasta diciembre de 2024.

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La de la última fecha era además la primera convocatoria con el primer equipo para este juvenil delantero que una semana atrás había anotado uno de los goles de la victoria 2 a 0 de Newell’s sobre Rosario Central en el clásico de la cuarta división.

Con su gol anoche, Román Bravo se convirtió además en otro de los pocos futbolistas en haber anotado goles en todas las categorías de la Lepra, desde la novena hasta la primera división.

Además, con su ingreso anoche también rompió otra marca, ya que se convirtió en el futbolista con el número más alto en la camiseta en la historia del club (usó el 56).

«Cuando vi que la pelota entró se me vinieron muchas cosas a la cabeza, no sabía cómo expresar la alegría que tenía. Es una de las cosas más lindas que me pasaron», dijo Bravo sobre su gol de anoche, según replicó el sitio web oficial del club.

En total, el rafaelino tiene 72 goles anotados en las divisiones inferiores, desde su llegada al rojinegro en 2015.

«Desde que llegué a la pensión me sentí muy identificado con el club, me tocó alentar a Newell’s desde la tribuna y cuando me tocó entrar se me vinieron muchas cosas a la cabeza, todo el esfuerzo y el sacrificio que hice, por mis viejos y con el apoyo de mi mujer y mi hija que me ayudaron mucho», agregó.