Finalmente, y luego de que el Tribunal de Disciplina de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), no diera lugar a los pedidos de Boca, la entidad supranacional determinó que la final de la Libertadores entre Boca y River, se disputará en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid, el domingo 9 a las 16.30, con ambas parcialidades.

Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, lo anunció durante la tarde de este jueves en la sede paraguaya de la Confederación Sudamericana de Fútbol.

Además, el mandamás guaraní afirmó que el partido no se puede suspender por unos pocos que provocaron los incidentes.

También, Domínguez agradeció la gestión de los dirigentes de la Fifa y del presidente del Real Madrid y concluyó, que el cotejo se jugará en tierras españolas, por la gran comunidad de argentinos que viven en la península ibérica.

Por otra parte, la Unidad Disciplinaria de la Conmebol le impuso al club de Núñez una sanción de 400 mil dólares y dos partidos de suspensión cuando no dio lugar al reclamo de la entidad de la Ribera para quedarse con el certamen por los incidentes ocurridos en las inmediaciones del Monumental el sábado 24, y que obligaron a suspender el encuentro.