Por Pablo Martínez

El Central de Leo Fernández tuvo un arranque prometedor, con llegadas claras para conseguir un desnivel rápido, que calmara la ansiedad de un equipo plagado de juveniles en cancha. El primer tiempo de López Pissano y Lovera, fue interesante y solo faltó la contundencia, para irse al descanso en ventaja.

Pero como típico equipo brasileño, San Pablo fue práctico para recuperar la pelota y cuando podía, defenderse con la tenencia. Igualmente, el Canalla fue intenso en todo momento, aunque le faltó pausa para elegir acertadamente los caminos a la red.

En el complemento, el elenco Centralista perdió juego en la zona de volantes y los paulistas, se refugiaron con orden y por momentos con progreso, porque Nené tuvo única situación clara de la visita, con un estupendo remate que hizo temblar el travesaño.

El empate fue justo, porque Central no tuvo argumentos sólidos en gran parte del juego y cuando tuvo sus chances, no las aprovechó. Inclusive, tampoco pudo sacarle provecho a la superioridad numérica, con la visita que jugó con diez en gran parte del partido.

La puesta en escena de Fernández, no fue desacertada, porque tuvo volumen de juego pero no encontró a sus goleadores, para definir en la red. El juego atildado de San Pablo, es para respetar y seguramente, la historia en tierras brasileñas (el 9 de mayo en el Morumbí), será totalmente distinta y allí, el Canalla deberá exhibir una mejor versión para seguir en la copa.