Portugal venció 2 a 0 a Uruguay, en el Lusail Iconic Stadium, por la segunda fecha del grupo H del Mundial de Qatar. Cristiano Ronaldo y Bruno Fernandes hicieron los goles del equipo europeo, que clasificó a octavos de final.

El encuentro comenzó con Uruguay ahogando la salida portuguesa, dispuesto a buscar el partido desde el arranque. Precisamente de una acción así se originó la primera llegada, con un zurdazo de Olivera desviado.

Los lusos contestaron con un bombazo de William Carvalho, que la agarró como venía tras una combinación con Cristiano Ronaldo y de derecha la mandó bastante por arriba del arco de Rochet.

El equipo de Alonso hizo sentir el rigor a su rival, la pierna fuerte fue un ingrediente adicional, a veces en exceso y a destiempo.

Portugal era quien tenía la pelota, y a base de combinaciones en 3/4 de cancha buscaba progresar en ataque. A Uruguay, más allá de correr y meter, le costaba mucho.

El combinado charrúa logró equiparar el trámite, y tuvo la más clara, con un judadón individual de Bentancur que lo dejó mano a mano con Diogo Costa, siendo el arquero quien ganó el duelo. El ex Boca se volvió clave con su despliegue, ante la falta de un lanzador.

En el complemento, Portugal empezó a encontrar espacios y los explotó a partir del buen pie de su mediocampo.

Por ello, no extranó que a los 8, tras una gran centro de Bruno Fernandes, Cristiano Ronaldo no llegó a tocarla, pero el envío con efecto igual sirvió para abrir el marcador para el conjunto luso.

 

Uruguay, obligado por las circunstancias, se paró más adelante, aun a riesgo de descompensarse atrás.

El partido se hizo a pedir de Bruno Fernandes, quien empezó a desplegar su mejor juego. No obstante, el ingreso de De Arrascaeta le dio al conjunto charrúa mayor fútbol cerca de los metros finales.

Los de Alonso casi encuentran el empate con un remate de Maxi Gómez de media distancia que pegó en el palo izquierdo de Diogo Costa. El entrenador celeste mandó toda la carne al asador con el ingreso de Luis Suárez, era a matar o morir.

Así, tanto el 9 histórico como De Arrascaeta también tuvieron chances claras para equilibrar las cosas, pero no tuvieron precisión. Uruguay arrinconó a Portugal e inclinó la cancha a su favor, con garra, corazón y también animándose a jugar.

El esfuerzo no alcanzó. A los 46, Bruno Fernandes esperó a Rochet y se la cruzó al palo opuesto, de derecha y de penal, para ampliar la ventaja para el equipo europeo.