Mientras el país se mantiene en vilo por la pandemia del coronavirus, las empresas de televisión por cable, que cobran su abono mensual por adelantado, incluyeron en la facturación de abril el denominado «Pack Fútbol», pese a que la Superliga está suspendida desde el 17 de marzo pasado y sin certezas de cuándo regresará.

El aplazamiento de las actividades deportivas en la Argentina tiene como consecuencias colaterales la economía de los clubes, que ya expresaron su necesidad de cobrar los derechos de televisación, entre otros puntos, para poder afrontar sus gastos fijos.

Pero también se generó un nuevo interrogante entre aquellos fanáticos que, desde la creación de la Superliga en junio de 2016 -su primera temporada fue en 2017/18-, se sumaron al denominado «Pack Fútbol» para poder ver en forma paga la mayoría de los encuentros de la Primera División.

Turner y Fox, las empresas que adquirieron los derechos de televisación en territorio argentino, armaron sus propios canales (TNT Sports y Fox Sports Premium) con programación exclusiva para los abonados, al margen de mostrar por allí los partidos.

Desde el inicio de la pandemia que provocó la suspensión del fútbol, gran cantidad de usuarios cuestionaron el accionar de las empresas de cable a través de las redes sociales.

Allí, denunciaron que al intentar dar de baja el servicio se toparon con diferentes complicaciones o se encontraron con que el costo ya había sido incluido en la facturación de abril. Este lunes comenzaron a llegar a los clientes por mail las facturas de abril y muchos de ellos estallaron en las redes por las dificultades para comunicarse y prescindir del «pack fútbol» en los meses de duración del parate.

La justificación del cobro, explicaron, radica en el mantenimiento de las programaciones exclusivas para aquellos clientes de este servicio extra, aunque los clientes en rigor solo ven repeticiones de partidos ya emitidos del torneo anterior.

Desde diciembre, para poder ver los encuentros de la Superliga, los clientes deben abonar 665 pesos, lo que representa un aumento del 14,65 por ciento en comparación con el costo hasta noviembre, ubicado en los 580 pesos.

De esta manera, en poco más de dos años desde que se otorgaron los derechos a dichas firmas, el precio del servicio se incrementó más del 120 por ciento.