Por Enrique Genovar

Cumplió su deber. En la previa no había equivalencias y por más que tuvo que luchar el partido lo ganó y avanzó a octavos. Uno de los mayores méritos que tuvo el equipo de Paolo Montero fue la paciencia. Y no se puso colorado a la hora de ponerse el overol.

Central fue un justo ganador y el resultado no evidenció lo que pasó en la cancha. Ya que el Canalla hizo todo, incluso hasta el gol del rival.

A la hora de analizar el juego a Central le faltó más aporte de los encargados de generar fútbol. Y, como ante Colón, Marco Ruben volvió a estar aislado. Pero ese aislamiento no fue por responsabilidad del goleador, sino porque casi no lo asistieron.

En el haber quedó un buen desempeño de Elías Gómez, que más allá de la desgracia del gol en contra demostró que el entrenador no se equivocó a la hora de elegirlo como una de las variantes que tenga el plantel para la última línea. También quedó el primer gol de Zampedri con la camiseta canalla y el debut en la red de Leguizamón. Martínez volvió a tener un partido muy correcto como zaguero y el Loncho las luchó a todas y fue opción en ofensiva.

En el debe quedaron las presentaciones de Camacho y Carrizo. A ambos casi no se les cayó ninguna idea cuando el rival se cerró atrás. Los encargados de generar fútbol no lo hicieron, un poco por la marca adversaria y otro poco por impericia propia.

Central avanzó y ahora, seguramente, chocará con Boca. Los de Montero sacaron chapa de equipo de Primera ante uno de menor categoría y esto, con las sorpresas que viene dando esta quinta edición de la Copa no es para nada menor.