Por José Odisio

Newell’s amenaza a Estudiantes en la punta. Y si bien Osella asegura que la prioridad no es pelear el título, es imposible negar que la posición en la tabla no genera tentación.

Y estar ahí fue producto de una campaña que tiene dos partes. La primera donde Newell’s sin jugar bien sumó puntos al aprovechar a rivales más débiles. Y la segunda, más complicada en el fixture pero más productiva desde el juego que le permitió a la Lepra demostrarse a si misma, y a Osella también, que estaba para más.

Por eso no debe sorprender que el DT banque a aquellos jugadores que cumplieron o se destacaron ante Gimnasia, en el Clásico, o con San Lorenzo, Racing, River y Colón.

Hoy le resulta más lógico al DT mantener a Paz de tres que darle la chance a Vega, que no se mostró entusiasmado de jugar ahí o a Voboril, quien estuvo dos meses parado por lesión.

El técnico prefiere seguir con Prediger y Sills como doble cinco y no poner a un Mateo recuperado pero falto de fútbol. Incluso piensa en Escobar por Moiraghi, porque el juvenil le cumplió mucho más que Domínguez y le tiene más confianza que a Vega.

Y por más que el hincha y la prensa no concuerde, Osella sigue bancando a Amoroso, aunque el ex Olimpo se esfuerza cada semana para salir del equipo. En este caso, tal vez el único, el DT siente que el jugador con su entrega muestra compromiso y por eso le da una vida más.

De más está decir que Formica, Maxi, Nacho, Pocrnjic, Moiraghi y Formiliano se bancaron solos con buenas actuaciones. Y Advíncula también en los últimos partidos. Ahí es más simple entender al DT.

La ecuación es simple. Osella banca a los que lo bancaron. Y mal no le va. Y de esa manera deja un mensaje a los que están afuera: para ganarse un lugar hay que dejar todo dentro de la cancha. Y en eso se incluye entrega y juego. Más claro imposible.