Por Pablo Martínez

Por enésima vez Central volvió a repetir los errores defensivos de siempre y se quedó con las manos vacías, en un partido que en algún momento le fue favorable, pero la ineficacia y las fallas crónicas en el fondo, desnudaron lo peor del elenco del Kily, que se fue silbado.

Al conjunto de Arroyito le cuesta todo, meterla en el arco rival y defender el suyo. Fueron 90 minutos para olvidar, todo lo bueno que exhibió en el primer tramo del match, lo tiró por la borda en el complemento, donde lució errático y deficiente.

El Canalla fue dueño de las acciones en los primeros 15 minutos, generó situaciones para romper el cero pero le faltó la puntada final. La movilidad de Lucas Gamba abrió los caminos y ese cabezazo que dio en el travesaño fue una de las jugadas de mayor peligro, o el disparo paralelo a la línea de sentencia de Montoya, que no fue gol de casualidad.

Central ocupó con inteligencia los espacios, a partir del movimiento permanente de sus volantes, especialmente Vecchio y Montoya, que aparecían siempre en soledad para recibir la bocha y de ahí en más, todo se hacía más sencillo al bloque ofensivo del Kily.

Sin embargo, el Tomba mendocino hizo muy poco pero lo suficiente para inquietar la defensa Auriazul que dio ventajas y en más de una ocasión, pasó zozobras y no sufrió por propia impericia de los delanteros foráneos.

Fue un anticipo de lo que iba a venir. Es que el team centralista no encontraba los caminos hacia el arco de Espínola, las equivocaciones permanentes de Gamba y un Ruben perdido entre los zagueros rivales, hacían que el Canalla no pudiera inquietar.

Para colmo de males, Godoy Cruz empezó a complicar solamente con pelotazos largos, ya había avisado Ojeda con un remate que no acertó el arco, pero en la oportunidad posterior no perdonó y Central caía 0-1.

El empate de Facundo Almada le daba esperanzas a los rosarinos. Sin embargo, una sucesión de errores en el retroceso derivó en el segundo tanto del Tomba y se acabó el partido.

Central dejó pasar una gran posibilidad de treparse a los primeros puestos, ante un rival muy inferior y le llenó el horizonte de dudas al equipo de Arroyito.