Por Santiago Fraga

Por cómo se dio el partido, el empate con Unión termina sabiendo a victoria para Newell’s, pero debe cambiar la cara completamente si no quiere pasar problemas en la flamante Superliga. La Lepra pareció perdida durante gran parte del partido y fueron los ingresantes quienes revitalizaron a un equipo que tenía todas las de perder.

El planteo del director técnico leproso, Juan Manuel Llop, en ningún momento terminó por entenderse. El primer tiempo en su totalidad fue una evidencia clara de lo descompensada que quedaba la defensa durante los ataques del local y cómo estos fueron en vano cuando Guevgeozián cargó con el peso de ser la única referencia de área.

Lo más grave fue la constante rotación de los jugadores en sus puestos, un recurso que bien utilizado puede causar sorpresa, pero en exceso (como lo visto este lunes por la noche) genera confusión hasta a los jugadores del propio equipo.

El ingreso de Brian Sarmiento fue una inyección de vida para un equipo que había quedado shockeado tras el gol de Unión, encargándose de la distribución y poniéndose al hombro la construcción de las jugadas, algo que Víctor Figueroa intentó pero no pudo hacer.

También el debut de Daniel Opazo fue un aporte clave para el rojinegro, ya que permitió descomprimir considerablemente la presión de la defensa visitante sobre Guevgeozián y hasta le dio libertad a los volantes para pensar distintas formas de penetrar el área de los de Madelón.

Lo mejor de la Lepra en cancha fue Bruno Bianchi, quien demostró una gran firmeza y fue en todo momento un dolor de cabeza para Soldano y Gamba. La baja de Néstor Moiraghi parecía ser uno de los puntos más sensibles a la hora de conseguir un reemplazo, pero el ex Atlético Tucumán mostró con soltura que la ‘2’ de Newell’s está hecha para él.

Los puntos altos del equipo fueron, además, Luciano Pocrnjic y José San Román. El uno leproso tuvo varias intervenciones vitales bajo los tres palos, mientras que el número 4 fue determinante con sus proyecciones, principalmente en la segunda mitad, donde incluso terminó por lanzar el centro en el que, infantilmente, Yeimar Gómez Andrade le cometió penal al delantero armenio de Newell’s. Una mención especial merece Figueroa, quien pudo causar peligro con sus pases filtrados en momentos en donde la Lepra más confusión sufrió.

La esperanza que queda para los hinchas leprosos que vieron el flojo partido de su equipo este lunes por la noche tiene que ver con los refuerzos que aún no tuvieron su estreno. Nery Leyes puede ser una gran pieza ante las flojas actuaciones de Jalil Elías y Juan Sills, y Luís Leal, si se encuentra en buen estado físico, puede ser un acompañante ideal para Mauro Guevgeozián. De igual manera, el flojo rendimiento de Joel Amoroso puede ser sustituido por la movilidad de Sarmiento, quien si se alía con el 16 rojinegro puede surgir algo interesante.