El seleccionado de Nigeria se consagró como campeón mundial Sub 17 por segunda vez consecutiva y quinta en la historia al imponerse al también africano Malí por 2-0, en el estadio Sausalito de la ciudad costera chilena de Viña del Mar.
El nigeriano Víctor Osimhen concretó 10 anotaciones para terminar como goleador y máximo artillero en la historia de los mundiales Sub 17.
Una final completamente africana fue la que se vivió en el Estadio Sausalito ante 15.000 espectadores que comprobaron el favoritismo nigeriano.
Y parecía que todo se resolvía rápidamente para las ‘Águilas’ cuando a los 4 minutos le cobraron un penal por una mano evidente. Pero el arquero de Mali, Samuel Diarra, logró tapar el disparo de Osinachi Ebere, quien en la insistencia mando el balón al travesaño.
De ahí en más pocas fueron las acciones que se vieron en un encuentro más físico que táctico, en que los nigerianos apostaron al contraataque cuando Malí se instaló por largos minutos en el área rival, donde la más clara fue un cabezazo que Akpan Udoh tapó de gran forma.
Diarra no tuvo grandes atajadas ante los ataques de las ‘Águilas’, que terminaban en remates desviados o rebotando en los defensores, que tuvieron un gran trabajo para mantener el cero en su valla.
Pero los goles llegaron en el complemento, cuando a los 9 minutos una jugada por la derecha terminó en centro atrás para que Vïctor Osimhen, con un potente remate señalara el 1-0, en el que fue su décimo gol, ese que lo consagró como el máximo anotador en mundiales Sub 17.
Una falla en la salida le permitió a los nigerianos llegar al segundo. Funsho Bamgboye recibió al borde del área y con un fuerte remate anotó la segunda y definitiva conquista en la Quinta Región de Chile.
En el resto del encuentro Mali intentó buscar el descuento, pero no pudo sobrepasar la resistencia de Udoh. De este modo, Nigeria logró consagrarse campeón Mundial Sub 17 por quinta vez en su historia, la segunda consecutiva, siendo el seleccionado más ganador en la categoría, en la que además cerró el torneo con una sola derrota.
