Por José Odisio

Maximiliano Rodríguez no está bien. El flojo momento de Newell’s va de la mano de un pobre desempeño de su jugador de mayor jerarquía, que además es capitán, referente y goleador del equipo. Y esta condición de líder genera que la crítica caiga sobre él con mayor peso y muchos hinchas sienten que debe salir del equipo.

¿Es un buen momento de Maxi? La respuesta cae de madura: no. La Fiera no está en plenitud física, se lo ve incómodo dentro de la cancha y para peor, ni siquiera tiene esos chispazos de calidad que muchas veces marcaban la diferencia en la red rival.

¿Debe salir del equipo? En este caso la respuesta no es tan simple. Si fuera otro jugador entraría rápido en la lista de los que podrían ir al banco, pero a la hora de decidir esto el DT no puede obviar que es Maxi Rodríguez, con todo lo que representa dentro y fuera de la cancha.

Dejar a Maxi afuera tiene riesgos. Si bien para muchos puede ser un mensaje de autoridad, muchas veces una decisión de ese tipo tiene un efecto contrario y termina debilitando al técnico. Y hoy a Osella no se le debe cruzar por la cabeza sacarlo.

La misión del DT será recuperarlo. Motivarlo. Darle ese lugar de líder dentro de la cancha. Condicionarlo con esa responsabilidad. Exigirle que encabece la recuperación futbolística de la Lepra. Porque si Newell’s pretende salir, solo será posible hacerlo con Maxi dentro de la cancha.