Por Fabrizio Turturici

Newell’s atraviesa una mala racha por la que, al menos en las últimas tres fechas, los resultados no se condicen con los rendimientos demostrados en cancha. Por este motivo obtuvo apenas 2 de las últimas 15 unidades en disputa, pero podrían haber sido más y hay una sola respuesta para esto que es: cuestión de puntería.

El desaprovechamiento de las ocasiones generadas es el déficit a superar por parte de este equipo que viene en claro retroceso con respecto al arranque del torneo. Tanto contra Defensa y Colón de visitante, ni hablar con Atlético Tucumán de local, hay contadas situaciones que podrían haber cambiado la historia y no lo hicieron.

Saliendo de esto que puede ser una luz de esperanza, la Lepra de Fernando Gamboa padece graves problemas futbolísticos que no logra solucionar. El primero de ellos es la falta de persistencia en el plan de juego, ya que siempre logra superar a sus rivales por -al menos- media hora de competencia, pero nunca plasmarlo en el resultado.

Esto lo hace debido a una fuerte presión en la zona alta que da sus frutos, provocando errores en la salida del rival, una rápida recuperación de la pelota y el impedimento de que el contrario pueda llevar a cabo su estrategia. No obstante, y acá las deudas: no convierte las que tiene, se queda sin aire rápidamente y sufre siempre en el retroceso.

Es que el pressing alto puede ser fácilmente sorteado con envíos largos para saltear líneas y quedar con muchísimos espacios para recorrer de cara al arco de Aguerre. En esas ocasiones es que Newell’s queda destartalado y con grandes posibilidades de ser vulnerado, algo que si hasta ahora zafó demasiado, también se debe a una cuestión de puntería.

Otro punto que remarca siempre el Negro Gamboa es el de ser más pacientes a la hora de las resoluciones, pero hasta ahora, ese equipo elaborativo en el juego nunca se vio. De hecho la mayoría de sus tantos vinieron de pelota parada o jugadas aisladas. Teniendo en cuenta esto, un buen lanzador-asistente como Bíttolo no puede faltar.

Explotar las bandas y meter el centro atrás para los que llegan de frente, todos de buena pegada como el caso de Scocco, Castro, Pérez y compañía, podría ser otra solución, pero hasta ahora ningún jugador pudo asentarse por derecha ni por izquierda, ya que el último partido lo hicieron Comba y Sordo y el próximo… quién sabe.

Así las cosas, encontrar la idea de juego más adecuada y los intérpretes necesarios para llevarla a cabo sigue siendo la tarea de Gamboa entre semana. Mientras tanto la regularidad en Newell’s no aparece pero cuenta con una gran ventana y es que el buen arranque y la mediocridad del presente torneo no lo tiene nada lejos de la cima.