Por Santiago A. Fraga

Para mantener vivas las chances de clasificación, para calmar el ambiente tenso de los últimos malos resultados, para darle una alegría a esa misma gente, para quitar la lupa sobre la polémica por los constantes robos arbitrales, para aprovechar los tropiezos de Estudiantes, Lanús y Boca, para levantar el ánimo de un grupo golpeado y para convencerse de que el camino inicial era el correcto.

Por todos esos motivos y muchos más, Newell’s necesitaba de forma imperiosa conseguir el triunfo esta noche ante Tigre, y lo terminó logrando sin sobrarle nada, pero con total justicia.

Con Éver Banega demostrando que sigue teniendo la clase de un jugador de Europa, completamente sobresaliente del promedio actual del fútbol argentino, la ‘Lepra’ ganó 1 a 0 y logró volver a meterse entre los cuatro primeros clasificados de la Copa de la Liga, cortando con una racha de cuatro partidos sin poder ganar.

Para este encuentro, Mauricio Larriera no pudo contar con una pieza clave como Rodrigo Fernández Cedrés. Sin embargo, Julián Fernández volvió a inspirar firmeza y ratificó la drástica levantada de nivel que tuvo en el transcurso del campeonato, desde un comienzo sin ritmo hasta este presente en el que seriamente se ubica como una alternativa para el once titular. Incluso, estuvo a punto de repartir una asistencia, con un exquisito pase filtrado a Juan Ramírez que no terminó en gol.

Sin embargo, si hablamos de firmeza, y sobre todo de actitud, quien se llevó todos los aplausos fue una vez más el uruguayo Armando Méndez, haciendo uso de la combinación entre potencia física y velocidad -con una cuota de atrevimiento- para adueñarse de la banda derecha y ser partícipe de las mejores posibilidades de Newell’s en ataque.

Entre él y Ángelo Martino, cuando la ‘Lepra’ logra jugar limpio desde el centro hacia los laterales y ataca desde las bandas es cuando cuenta con las mejores opciones, incluso con mayor claridad que cuando son los extremos quienes deben tomar las decisiones en el último tercio de la cancha.

El gol del triunfo de esta noche termina llegando, precisamente, con un intento de Martino que, con olfato goleador, Juan Ignacio Ramírez termina desviando para marcar el tanto leproso y cortar así con su racha de partidos sin goles, tras haber tenido un arranque fenomenal de campeonato.

Como parte de las individualidades, cabe destacar un partido de menor a mayor de Franco Díaz (tras algunos groseros errores en la entrega, terminó compensando con esfuerzo y quite) y un pálido rendimiento de Brian Aguirre, que no puede agregarle precisión a su despliegue y quien se nota que necesita convertir para sacarse los fantasmas de encima.

Lo dijo Larriera en la conferencia de prensa y antes lo tradujo el equipo en la cancha: hoy lo más importante, y lo único, era ganar.

Tras algunas fechas negativas, esta novena jornada terminó siendo redonda para la ‘Lepra’, ya que logró despegarse de dos equipos que perdieron como Racing y Boca y recortar la distancia con otros que estaban arriba y también cayeron como Lanús y Estudiantes.

Luego de jugar tres partidos seguidos como local, Newell’s tendrá ahora una seguidilla de cinco partidos finales que comenzará este domingo, visitando al líder de la zona, Godoy Cruz, en Mendoza. Un buen resultado podría allanar el camino para lograr una clasificación, en un torneo que igualmente está muy peleado.