Por Santiago Fraga

El mundo Newell’s sabe que de cara a esta difícil temporada si hay algo que tiene que garantizar como término fundamental son los puntos en casa, y por el momento lo están logrando.

Este sábado, la Lepra se impuso con justicia como local por 2 a 0 ante el siempre duro Unión de Santa Fe, revalidando las cartas que había mostrado en el primer comproniso ante Central Córdoba y puliendo de a poco las imperfecciones propias de un equipo que se adapta a un nuevo esquema de juego.

El primer tiempo lo encontró al elenco rojinegro ya con una considerable superioridad, con la pelota parada siempre como carta de gran peligro y apostando por una transición de explosión por los costados y pases entre líneas, aprovechando la movilidad en zona de ataque que otorga Lucas Albertengo, en contraposición con delanteros de otras características como lo era Francisco Fydriszewski o lo podría ser Rodrigo Salinas.

Desde el inicio de cada jugada, el equipo de Frank Kudelka volvió a demostrar, como frente a los santiagueños, que de la paciencia forja su virtud y ese toqueteo de banda a banda entre Alan Aguerre (adelantado), Santiago Gentiletti, Cristian Lema (cada uno en constante apertura) y Julián Fernández (metido como líbero entre los centrales) es la clave para que los hombres de ataque intercambien posiciones y obliguen así al rival a marcar en zona, al tiempo que los laterales se proyectan.

Si bien esto le garantiza a la Lepra una buena cantidad de jugadores en posición de ataque a la hora de finalizar la jugada, lo cierto es que todavía deberá aceitar mucho esa salida desde el fondo, ya que en los dos partidos disputados fueron varios los pases mal dados que pudieron haber sido aprovechados con facilidad por el rival, ocasionando algún gol en contra.

En efecto, el mejor momento de Unión en el partido fue cuando pudo presionar esa salida, poniendo nervioso al fondo rojinegro y consiguiendo así algún acercamiento al arco de Aguerre.

Las primeras pinceladas del complemento tuvieron al equipo tatengue como protagonista, presionando con más intensidad y generando mucho peligro al arco local.

Sin embargo, en el peor momento de la Lepra en el partido llegaría la vital apertura del marcador, a los 11 minutos, y con la pelota parada como protagonista. Tal como había aprovechado Alexis Rodríguez en el primer partido, esta vez fue Facundo Nadalín quien estuvo expectante a la «segunda jugada», y tras un tiro libre de Mariano Bittolo y un cabezazo corto de la defensa, el lateral derecho le dio de pique al suelo y marcó así el primer gol de su carrera.

Con momentos de mayor y menor intensidad, a partir de ese tanto Newell’s fue amo y señor de la pelota, concretando posesiones de varios minutos y comiendo una gran parte del partido con esas transiciones de lado a lado.

Ingresos como los de Milo y Troyanski en Unión amenazaron con poner en riesgo la estabilidad defensiva rojinegra, pero la seguridad que el equipo rosarino ganó con su nueva zaga central resultó una vez más determinante y permitió que Newell’s no sufra sobresaltos hasta que el partido se liquidase.

Ese remate final llegaría a los 36 del complemento, con una estupenda maniobra individual en área chica de Albertengo (la figura) para burlar al arquero y definir de zurda.

La Lepra volvió a sumar tres puntos de oro y lleva puntuación perfecta en esta crucial temporada, al tiempo que se comienza a ver un equipo adaptado al modelo de lo que quiere Kudelka. El próximo compromiso será una dura parada ante Vélez como visitante, que servirá de muestra para ver cómo Newell’s actúa en esa condición y ante un rival, a priori, superior.