En la previa a su partido más importante, que es la votación de junio que pretende torcer el destino rojinegro, un Newell’s ávido por escribir su punto final en este campeonato derrotó por 2 a 1 a Atlético Tucumán en el contexto de un Coloso ferviente y muy politizado.

En la despedida oficial, no sólo de la comisión directiva sino de varios jugadores e incluso, probablemente, del técnico Osella, el equipo del Parque superó al Decano y cerró el torneo con una sonrisa que refleja un nuevo comienzo en el plano institucional y futbolístico.

De un lado del campo, un Newell’s necesitado, que no competía por nada y que ansiaba más el pitazo final de Beligoy que el inicial. Del otro, un Atlético Tucumán que se saboreaba con una ilusión, pues tenía que ganar para aspirar a conseguir un ingreso histórico a la Copa Libertadores, que no pudo ser.

Los primeros destellos del partido reflejaron un desarrollo parejo, pero no por eso aburrido; sino ambicioso de ambas partes. La victoria parecía el imperativo reinante que se extendería por noventa minutos. El Rojinegro contó con algunas ocasiones de peligro desde el inicio, que terminaron de manera equívoca en los pies de Boyé y Maxi.

Merecido, porque era más, a los quince minutos llegó el primer grito de la tarde rosarina. Luego de una gran jugada preparada desde el tiro de esquina, Mauricio Tévez ejecutó un preciso remate de afuera del área que encontró las redes rivales para la felicidad leprosa.

A pesar del golpe, Atlético Tucumán no se amilanó: repuso fuerzas y volvió a lanzarse a la ofensiva. Los de Osella cedieron terreno y se encontraron ante situaciones adversas, aunque supo controlarlas muy bien con el habitual achique que practica el técnico cuando su equipo está en ventaja.

Cuando terminaba la primera parte, Lucas Boyé, un especialista en la materia, se erró un gol hecho. El delantero ya vendido al Torino de Italia desperdició un increíble mano a mano con el arquero, que en realidad era un dos contra uno, y no pudo ampliar la ventaja antes del vestuario del entretiempo.

En el complemento, la historia no fue diferente a la narrada en los primeros cuarenta y cinco minutos. Osella movió el banco desde temprano y mandó a la cancha a Ignacio Scocco, por el aplaudido Lucas Boyé, que jugó su último partido en la Lepra. La idea de concretar para no sufrir estaba latente, pero a esta altura Newell’s sufría más de lo que disfrutaba el partido.

Sin embargo, a priori no cambió mucho. Es que Nacho se perdió dos chances clarísimas para marcar. Una, tras buen centro de Advíncula que no alcanzó a conectar con comodidad. Y otra, de volea, solo con el arquero.

Lo positivo de esta segunda parte, era que Newell’s no se conformó con la escasa diferencia en el marcador, con la experiencia presente de que se lo empaten sobre la hora. Lo negativo es que regaló espacio que no supo ser capitalizado por la visita, en parte por las buenas respuestas de Pocrnjic.

En contrapunto, en la necesidad de ganar sí o sí por el lado de Atlético Tucumán, que se propuso, perdido por perdido, jugársela a todo o nada, no se vislumbró un aprovechamiento acorde a la circunstancias del Rojinegro.

No obstante, y así es el fútbol, todo lo bueno que estaba haciendo Newell’s hasta el momento, se había derrumbado con una jugada a los 24 minutos, cuando Leandro González -con un potente remate- opacó la felicidad del Coloso Marcelo Bielsa sellando el 1 a 1.

Quedaban todavía piscas de esperanza, pues para la visita, empatar era perder. Por eso en los últimos minutos, la estrategia que debía ser adoptada era la del contragolpe. Y así fue que, a dos minutos del final, Daniel Mancini se la llevó solo, eludió al arquero y gritó el gol que le dio los tres puntos al Rojinegro.

En definitiva, Newell’s cerró con la mejor cara posible una pobre campaña, que lo dejó en puestos de retaguardia. Pero nuevos vientos pueden soplar, porque gran parte del plantel se renueva, lo más probable es que el técnico también cambie de rostro; y sobre todo, una nueva comisión directiva asumirá en poco más de un mes. El club del Parque jugará su partido más importante: la gente depositará su confianza en las urnas y los dirigentes deben aprovechar para que éste sea un nuevo resurgir.

Síntesis

Newell’s (2): Luciano Pocrjnic; Luis Advíncula, Marcos Cáceres, Nehuén Paz y Emiliano Insúa; Héctor Fértoli, Jalil Elías e Iván Silva; Mauricio Tévez, Lucas Boyé y Maxi Rodríguez. DT: Diego Osella.

Atlético Tucumán (1): Christian Luchetti; Nicolás Romat, Bruno Bianchi, Franco Sbuttoni y Pablo Cáceres; José Méndez, Nery Leyes, Guillermo Acosta y Leandro González; Cristian Menéndez y José Luis Rodríguez. DT: Juan Manuel Azconzábal.

Goles: PT: 15′ Mauricio Tévez (NOB). ST: 24′ Leandro González (ATL). 43′ Daniel Mancini (NOB)

Cambios: ST: 4′ Scocco x Boyé y 12′ Mancini x Tévez (NOB). 17′ Villalba x Acosta y 23′ Zampedri x Méndez (ATL). 35′ Franco x Fértoli (NOB). 37′ Evangelista x Cáceres (ATL)

Árbitro: Federico Beligoy.

Estadio: Coloso Marcelo Bielsa.

 

Producción fotográfica: Marcelo Manera