Newell’s resurgió de la mejor forma posible en la Copa de la Liga Profesional con un triunfo de 4 a 2 ante Lanús, logrando no solo los primeros tres puntos -vitales- para su lucha en la Zona 4, sino recuperando por fin una identidad de juego llevada a cabo por la interesante mixtura entre experimentados y juveniles que le aportó solidez y contundencia.

El desarrollo en La Fortaleza del sur bonaerense tuvo un arranque con características de ida y vuelta que facilitaba la apertura del marcador, ya que la zona media de ambos equipos se lanzaban al ataque y quedaba desprotegida en el retroceso, aunque esta dinámica solo se dio durante los primeros minutos, ya que luego (sobre todo el visitante) logró acomodarse.

En ese marco fue que encontró mayores posibilidades en sus acercamientos al área rival, hasta que finalmente Fabricio Fontanini facturó con un tremendo cabezazo de pelota parada. Ya en merecida superioridad, la Lepra mejoró su bloque defensivo debido a que los volantes hacían el despliegue para la vuelta y la última línea se mantenía firme y bien parada.

Fue a partir de la solidez que Newell’s se permitió tomarse el atrevimiento de pensar en el arco contrario, con la histórica premisa de los equipos que se arman de atrás hacia adelante: manejando el balón en la zona central, distribuyendo hacia las bandas y lastimando con la llegada de varios de sus atacantes a los espacios liberados por el endeble Granate.

El complemento del partido trajo consigo mejores noticias para el pueblo rojinegro, ya que su equipo demostraba jerarquía para imponerse en campo visitante y con puntos individuales muy altos, como el caso de un Pablo Pérez más metido y los desequilibrantes Sebastián Palacios -autor del segundo gol- y Francisco González, ambos de gran intensidad.

Otro gol de pelota parada con la firma de Santiago Gentiletti, el descuento por duplicado de José Sand y la estampa de Maxi Rodríguez para el 4 a 2 final solo reafirmaron la dinámica del juego antes mencionada. Así, el equipo de Frank Kudelka se terminó quedando con un triunfo vital no solo para sumar de a tres sino para recuperar su identidad.

Newell’s resucitó de la mejor manera posible en la Copa de la Liga Profesional, logrando una mixtura interesante entre experimentados y juveniles dentro del esquema, que es lo que buscaba principalmente, manejando el balón no solo desde la pasividad sino sabiendo cuándo lastimar y alcanzando un equilibrio notable en el retroceso. Ese es el camino.