Por Santiago Fraga

En un emocionante partido de ida y vuelta, Newell’s e Independiente igualaron dos a dos en el Estadio Marcelo Bielsa, en lo que a priori era una prueba más que complicada para un equipo que en puestos claves recién se está conociendo.

Se sabe que un encuentro con cuatro goles difícilmente sea un partido aburrido. No obstante, resultó sorpresivo lo cambiante que fue el juego en cada tramo del mismo. Si alguien en su casa prendió el televisor en los primeros 10 minutos, se habrá quedado con la sensación de que Independiente merecía estar tres goles arriba. Si otra persona enganchó los 10 minutos siguientes, habrá visto a los de De Felippe atropellar constantemente y no dejarle lugar a error al visitante.

Por supuesto, cuando el encuentro es tan disputado en las áreas, los errores se vuelven más determinantes que nunca, y esa materia Newell’s todavía la tiene aplazada por mucho.

Dos inteligencias defensivas, una apenas empezó el primer tiempo y otra antes de que terminara esa misma etapa, terminaron posibilitándole a Independiente encontrarse con dos goles. El único denominador común entre ambos es que ninguno de los de la línea defensiva quedó exento de responsabilidades.

Lo que seguramente será preocupante para Omar De Felippe es que esos errores que repiten los defensores (ya habían ocurrido contra Vélez) son meramente técnicos, ya que los cuatro demostraron por otra parte un buen nivel de entrega y es sabido que lo anímico en este Newell’s es fundamental. Cabe destacar dentro de la crítica a Teodoro Paredes, quien mostró firmeza en la marca y fue la ayuda que Fontanimi necesitaba desde hace tiempo.

Párrafo aparte para Nelson Ibáñez, que hoy volvió a demostrar seguridad en el arco leproso y realizó una atajada clave en el primer tiempo a Martín Benítez, que hubiera sido un gol decisivo para los de Ariel Holan.

En la otra parte de la cancha, lo mejor del local se volvió a ver en Luís Leal, aunque esta vez se alejó de su faceta goleadora y se vistió de asistidor, siendo clave en cada uno de los ataques del equipo, abriendo el juego y asistiendo a sus compañeros. Lo más claro del equipo llegó cuando el portugués se encontró con Héctor Fértoli, método a través del cual hubo no menos de tres jugadas claras de gol.

Por otro lado, quien no sacará un balance positivo del encuentro es Joel Amoroso, ya que en el primer tiempo había logrado acomodarse y sacar ventaja con su velocidad, pero una entrada muy a destiempo le costó una tarjeta roja en un momento clave del segundo tiempo, cuando todavía el equipo rojinegro contaba con tiempo para buscar una victoria.

Quizás lo más esperanzador para el DT leproso sea el tan ansiado por los hinchas regreso de Mauro Fórmica. Contra Vélez había sido evidente que Newell’s necesitaba un armador de juego y si bien Figueroa cumplió con su parte en los minutos que jugó, fue con el ‘Gato’ que la Lepra empezó a ser más vertical a través de sus destellos de calidad. Por momentos pareció no entenderse con el paraguayo Alfio Oviedo, pero ahí también surge la curiosidad de observarlo con un jugador más de equipo como Leal.

Sin dudas, si bien el triunfo todavía no llegó, el balance es infinitamente más positivo que en la pasada derrota ante el Fortín. Será cuestión de que se sigan acomodando las piezas, pero poco a poco De Felippe parece encontrar este nuevo equipo.