Un nuevo aniversario cumplió Rosario Central y como ya es costumbre miles de hinchas de juntaron en la sede fundacional la noche del pasado 23. Pero en medio del cumpleaños y la Navidad todo el mundo canalla se refirió a un solo tema: el nuevo entrenador.

Y el elegido es Paolo Montero. Un entrenador que deberá hacerse de crédito, ya que los hinchas se mostraron poco entusiastas cuando su nombre salió a la luz. No por desconfiados ni nada de eso, sólo por lo poco que hace que dirige. El uruguayo, un crack como futbolista, estuvo al frente de Boca Unidos y de Colón nada más.

Pero más allá de su escueto currículum como técnico el Pelado deberá sentarse en el banco de un equipo que desde hace dos años y medios se acostumbró a pelear. Claro que la cosa ahora varió. Es que el Canalla se encuentra lejos de los puestos de arriba en el torneo y habrá que recuperar terreno desde la reanudación del certamen.

Montero es un DT que privilegia mucho más lo defensivo de lo que lo hacia Coudet. Un técnico cuyos equipos no pregonan un juego vistoso como lo era el Central del Chacho.

El uruguayo tendrá la difícil misión de que Central se recupere en el torneo y, principalmente, de ganarse a los hinchas. Ya que muchos se manifestaron en contra de su llegada por la forma en la cual se fue de Colón.

La vara quedó alta, encima no hubo coronación, los simpatizantes están llenos de interrogantes. Un mes para trabajar, un mercado de pases que no permitirá errores. Paolo Montero, el regalo de Navidad que deberá rendir examen a partir de febrero.