La ruta nacional 11, que comunica la ciudad de Buenos Aires con Asunción del Paraguay, y atraviesa las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Chaco y Formosa, sorprende al viajero con sencillos y coloridos puestos de venta de fruta al costado del camino, con carteles que anuncian «20 naranjas por 20 pesos».

«No son paraguayas, son naranjas correntinas», asegura un mozo del restaurante del Hotel Plaza, en la capital formoseña, entre otras postales que se pueden ver en la espera del partido que jugarán esta noche en esta ciudad Rosario Central y Belgrano de Córdoba, por la semifinal de la Copa Argentina.

Lo mismo sucede con las canastas con chipá sobre la cabeza de los vendedores, una costumbre típica de Formosa y otras provincias del noreste argentino.

El chipá es un exquisito pan amasado con harina de mandioca y queso, que los vendedores o vendedoras, muchos de ellos oriundos del Paraguay, vocean en las calles mientras llevan en una enorme canasta apoyada sobre la cabeza, con la que caminan sin necesidad de sostenerla ni siquiera con una mano.

Otra costumbre que sorprende es la de las mujeres que caminan por la calle protegidas del implacable sol por una sombrilla o un paraguas.