Lionel Messi festejó por primera vez con la camiseta de la selección argentina y su alegría es la de todo el país. Hoy el astro rosarino y uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, sino el más, se irá a dormir como campeón de América luego de un tremendo desempeño.

Es que el capitán de la Albiceleste lideró el camino hacia la gloria siendo determinante en cada uno de los juegos, e incluso terminó como goleador de la competencia -junto al colombiano Luis Díaz- con cuatro tantos, además de máximo asistente con cinco pases.

«Es difícil, es un momento duro: son 4 finales y no es para mí, lo busqué y era lo que más deseaba», había declarado cierta vez un Messi frustrado. Hoy todo eso es historia, porque Messi y compañía volvieron a poner a la selección argentina en lo más alto.

Y lo hicieron nada menos que en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro, donde no lució como en anteriores presentaciones pero deslizó igualmente sus pinceladas de buen fútbol para que se luzcan sus compañeros de equipo, entre ellos su amigo Ángel Di María.

Y ahora el desafío se redobla: Messi es campeón de América, pero un jugador de su talla se merece ser campeón del mundo y es lo que buscará en -tal vez- su último Mundial: Qatar 2022 está a la vuelta de la esquina y Argentina llegará como candidato… ¿Lo logrará?