Por Santiago Fraga

Newell’s demostró en este partido lo que no tuvo en el resto de la temporada: actitud. Encabezados por un Maxi Rodríguez que cuando se calza el equipo al hombro es sumamente determinante, la Lepra pudo combinar ese talento con el amor propio y la garra de Alexis Rodríguez, Braian Rivero, Facundo Nadalín y Jerónimo Cacciabue y se llevó tres puntos que cotizan más que el dólar.

Y es que si encima se tiene en cuenta el marco con el que el rojinegro llegaba a este encuentro, todo resultaba más que desalentador: cuatro derrotas seguidas, una humillante eliminación en copa y un tenso ambiente en las tribunas.

Sin embargo, y pese a una incertidumbre inicial, Newell’s se aprovechó de un hundido Huracán y lo golpeó en los momentos claves.

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Con gran evidencia en el comienzo del encuentro, la defensa local pasó uno de sus peores momentos en el campeonato ante un Lucas Gamba que se hacía un festín a las espaldas de Fontanini y Ferroni y de un Andrés Chávez que supo imponer su fuerza sobre Paredes y la débil marca zonal de Bidoglio.

Sin Maxi Rodríguez, quizás el final de la historia hubiera sido más parecida a lo que veíamos del equipo recientemente. La Fiera cuando frena la pelota y queda con cancha al frente demuestra por qué es un jugador de clase mundial, y a través de ello Newell’s vulneró a la defensa del Quemero.

Ni siquiera el tempranero empate de Chávez tras la apertura inicial de Maxi de penal pudo quebrar la moral de un equipo que venía sumamente golpeado y pudo canalizar toda esa impotencia en fuerza y motivación.

 

Alexis corriendo de una punta a la otra de la cancha para recuperar una pelota, Nadalín saliendo con potencia a cortar un pase clave, Cacciabue con su despliegue total, Requena y su presencia en el mediocampo o Braian Rivero tirándose como volante izquierdo y juntándose con la Fiera, fue la combinación que Bidoglio siempre quiso desde su debut y que recién en lo que parece su ocaso pudo encontrar.

Además, y a diferencia de otros encuentros, cuando necesitó cerrar el partido el director técnico acertó los cambios y se encontró con un Luís Leal clave para asegurar el triunfo.

La Lepra ya se sabe comprometida con los promedios y cada partido es una finalísima. La próxima semana deberá cerrar con una victoria ante Banfield y prepararse para lo que será uno de sus mercados más cruciales de su historia moderna.