Ex jugadores y ex técnicos de los clubes rivales de su Rosario natal, Gerardo Martino y Juan Pizzi vuelven a enfrentarse el domingo en un duelo de barrio que esta vez tiene como premio mayor la Copa América Centenario.

El Tata Martino, de 53 años, llega a la final del estadio MetLife de East Rutherford (Nueva Jersey, este de Estados Unidos) obligado a terminar la sequía de 23 años sin trofeos de Argentina, subcampeona en el Mundial de Brasil 2014 y el año pasado en Chile.

De su lado, el macanudo Pizzi, de 47 años, que reemplazó a su compatriota Jorge Sampaoli al mando de la Roja a principios de año, debe defender ese último título logrado en casa.

Martino ha ganado los dos últimos duelos entre ambos, ya que arruinó el debut de Pizzi con Chile en marzo pasado, por la eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018 en Santiago, y se impuso en el debut en esta Copa América en California.

Fueron dos ajustados triunfos 2-1 para la albiceleste, antecedentes que sirven más que nada desde lo anecdótico, porque una final es algo muy diferente, como lo sabe bien Martino, cuyo equipo cayó en los penales en 2015.

Los dos son embajadores de Rosario, una ciudad conocida por parir grandes nombres en el mundo del fútbol. El último de ellos es un tal Lionel Messi, nacido allí antes de mudarse a Barcelona, donde se convirtió en estrella.

Los dos grandes clubes son Rosario Central y Newells Old Boys, canallas y leprosos respectivamente, dueños de una tradición de juego ofensivo y protagonistas de una rivalidad centenaria.

Mientras Martino es leproso, Pizzi es canalla, exponentes de una relación futbolera amor-odio que ha sido llevada a la literatura de magnífico modo por el escritor Roberto Fontarrosa, él mismo fanático de Central.

De las canteras de Rosario Central y Newells han salido decenas de grandes jugadores, como Gabriel Batistuta y Jorge Valdano, y célebres entrenadores como César Luis Menotti y Marcelo Bielsa.

Mientras Messi se inició en los juveniles de Newells, sus compañeros en la albiceleste Ángel Fideo di María y Ezequiel Lavezzi lo hicieron en Central.

Viejos conocidos

Pizzi y Martino son dos viejos conocidos que se vieron las caras por primera vez cuando eran jugadores de Central y Newells a fines de la década del ochenta.

Estuvieron juntos en el campo de juego en dos oportunidades, en 1988/89: Martino anotó en el primer duelo (1-1) y Pizzi en la revancha, ganada 5-3 por Newells.

Como técnicos, Pizzi se impuso a Martino en un duelo por el campeonato argentino en 2013 entre San Lorenzo y Newells (1-0).

En España, en 2014, el canalla volvió a derrotar al leproso, esta vez con el Valencia al Barcelona de Messi (3-2) en el Camp Nou.

A la hora de hablar de la gloria alcanzada en Rosario, Martino puede jactarse de haberse coronado campeón con Newells como jugador (tres títulos entre 1988 y 1992) y como entrenador (2013).

En cambio Pizzi tiene una espina clavada: en 2012 estuvo a punto de lograr que Central, en ese entonces en la segunda división, regresase a la élite del fútbol argentino, pero su equipo no logró superar a San Martín de San Juan en dos partidos a cara o cruz.