Seis décadas, una vida de película y un magnetismo que perdura en el tiempo. Maradona, un ícono del fútbol argentino, que atraviesa el tiempo por su arraigo popular y la admiración que genera en el pueblo argentino.

De la pobreza de Villa Fiorito a la trascendencia mundial de fines de los 70 y la gloria en los 80. El Diez es el mayor exponente del ADN del futbol argentino: potrero, destreza, carisma y valentía, para no bajar los brazos en los momentos más difíciles.

A lo largo de su carrera futbolística, el Diez dejó frases memorables como: «Mi sueño es jugar en un mundial», «Me cortaron las piernas» y «La pelota no se mancha».

Maradona jugó en Argentinos Juniors, Boca, Barcelona, Napoli, Sevilla y Newell’s. Su derrotero en la selección argentina es memorable, con el recordado título mundial de 1986, el subcampeonato de 1990 y la copa del mundo juvenil de 1979.

El llamado «Gol del Siglo» quedó en la historia de los mundiales, y acaso fue la síntesis perfecta del talento de Diez, que llevó al elenco de Bilardo a obtener la copa del mundo en México.

Pero la vida de Maradona no fue color de rosa, sus adicciones, los excesos, y sus amigos/enemigos, desgastaron su imagen pública. A pesar de todo, Diego conserva de manera intacta el cariño de los futboleros, que rememoran con asiduidad sus grandes proezas, que siguen despertando admiración.

En los últimos años, el Diez pugna por un día a día de paz, su carrera como entrenador tuvo su pico máximo en la conducción de la selección argentina en el mundial de Sudáfrica, donde no pudo pasar de los cuartos de final tras la dura goleada ante los alemanes. Hoy conduce los destinos futbolísticos de Gimnasia y Esgrima de La Plata, que dará el puntapié inicial de la Copa de Liga Profesional, cuando reciba a Patronato, desde las 19.15 en el reducto Tripero.

Maradona tuvo su paso por Rosario y enloqueció al pueblo Leproso son su presencia en 1993, fue la llave para su vuelta a la selección argentina. El idilio es recíproco, el astro mundial tiene un especial cariño por el club, lo expresa cada vez que se habla del equipo del parque y los hinchas se lo refrendan, como cuando estuvo en la ciudad allá por el mes de febrero.