El árbitro Patricio Loustau, quien alternó aciertos y errores en igual proporción en el triunfo de Rosario Central sobre Boca Juniors por 2-1, anoche en Córdoba por los cuartos de final de la Copa Argentina, reveló que varias personas «lo llamaron para felicitarlo» por su tarea.

«Fue un partido tranquilo. Se me complicó en el segundo tiempo cuando los jugadores se descontrolaron y parecía que se me venían encima. Me llamaron varias personas para felicitarme», comentó Loustau en diálogo con Télam, mientras abandonaba el estadio Mario Alberto Kempes.

«Era un partido difícil para dirigir porque se habló mucho en la semana previa. Traté de dar lo mejor y mis compañeros de terna también, nadie se quejó y eso es lo que importa», añadió el árbitro, quien no quiso referirse a jugadas puntuales, como la mano del zaguero de Central Dylan Gissi dentro del área que era claro penal, o por qué no expulsó a Cristian Villagra.