El domingo pasado se produjo un enfrentamiento entre la facción de la barra brava oficial de River y una disidente en las inmediaciones del estadio Monumental, luego de los incidentes se detuvieron a gran cantidad de personas. En este marco, La Ciudad de Buenos Aires penalizó a 30 de los involucrados con el impedimento de acceso y permanencia a cualquier estadio en el marco de cualquier partido por los próximos cuatro años.

El ministro de Seguridad de la Capital Federal, Waldo Wolff, se amparó en la Ley 5.847, la cual establece el «Régimen Integral para Eventos Futbolísticos» y busca preservar la integridad física y patrimonial de las personas en la previa, el durante y el después de cada uno de dichos acontecimientos para efectivizar el castigo. De esta manera, se consumará la sanción más alta contemplada por la Justicia local.

Este apartado legal engloba a encuentros futbolísticos organizados por AFA, FIFA y CONMEBOL, teniendo en cuenta que el Millonario competirá a nivel internacional esta temporada. El organismo que queda a cargo de su aplicación es la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana, dependiente de la cartera mencionada anteriormente.

Tras el enfrentamiento que resultó con 30 detenciones de la facción disidente, el subsecretario de la Subsecretaria, Maximiliano Piñeiro, había advertido la pena que este martes se confirmó: «El rápido accionar de la Policía evitó una nueva tragedia vinculada al fútbol argentino», enfatizó.

En junio del año pasado, «todo este grupo fue incorporado a derecho de admisión. Ellos reclaman su vuelta a la cancha, pero con este tipo de accionar, claramente, no volverán nunca más; no hay análisis posible» concluyó Piñero.

Sin embargo, antes de que se conozca el castigo que le endilgó el Ministerio de la Ciudad y luego de que la investigación quedara a cargo de la Fiscal Celsa Ramírez bajo la carátula de «resistencia a la autoridad y lesiones en riña», los 30 apuntados habían sido liberados el lunes por la policía.