Por José Odisio

Milton Valenzuela apenas jugó unos minutos en Primera; Maximiliano Pollacchi jugó más de cien cotejos en reserva y todavía espera debutar; Joaquín Torres tuvo su estreno en 2015 con Américo Gallego y se quedó en eso. Tres juveniles que hoy no están en el radar de Diego Osella en lo inmediato, pero a partir de la posibilidad de que vayan a Atlanta United a pedido de Gerardo Martino abrieron una polémica en el Parque que sorprende.

Es difícil tener la verdad en este tema. Cada uno esgrime razones válidas o cree tener la posta. Incluso una gran mayoría que apenas vieron jugar uno o dos partidos a estos pibes.

¿Está bien que se vayan? Si se tiene en cuenta que a Osella no le cambia nada, sí. Es más, la única negativa del DT fue Franco Escobar, uno que puede ser titular o alternativa en Primera.

¿Y Valenzuela? Pinta bien y hoy juega en el seleccionado argentino Sub 20 que dirige Claudio Ubeda, pero por ahora Osella no lo tiene en sus planes. Si no, no jugaría Paz de tres ¿no? Esa es otra cuestión, hay un técnico que decide y por ahora acertó bastante. Entonces, guste o no, el pibe tiene más chances de jugar en Estados Unidos que en el Parque.

¿Entra plata? Al parecer no, pero tampoco se puede pretender grandes cifras por juveniles que apenas suman minutos en Primera. Lo que sí sería lógico es que Newell’s ponga una opción de compra importante y se quede con un porcentaje en caso de que Atlanta los compre en el futuro. Cuentas claras, esa es la manera de defender el patrimonio.

Un tema que no debería pasarse por alto es que se los lleva Martino. Y si uno quiere darle rodaje a un juvenil, qué mejor que tenerlo al Tata al cuidado… Pero ese punto no se pone en la mesa de discusión, tampoco si Osella los quiere o no. En un fútbol donde todo es sospechoso, se piensa en quién se beneficia o hace negocio con Newell’s. Y entonces, cualquier razonamiento lógico sobre si conviene dejarlos ir o no, pierde sentido.