El fútbol rosarino vivió una jornada diferente.  El Gigante de Arroyito lució una imagen distinta. Sin embargo, los hinchas hicieron el aguante en distintos puntos de la ciudad.

Las calles de la peatonal mostraban poca gente, los televisores de la vidrieras transmitieron el partido y varios simpatizantes se pararon frente a las pantallas.

Mientras que los bares fueron los puntos de encuentros para los trabajadores que se tomaron un tiempo para ver el triunfo del canalla.

Cabe recordar que el partido se realizó a puertas cerradas, debido a una sanción impuesta por la AFA después que un hincha arrojará un proyectil contra el entrenador de Tigre, Gustavo Alfaro.