Tanto en Rosario como en todo el país, los clubes de barrio atraviesan una situación crítica. La cada vez mayor suma de las tarifas de servicios, el alejamiento de los socios ante la pérdida de poder adquisitivo y el retraso millonario en el pago de reintegros por parte del gobierno nacional forman un cóctel que termina por estallar en cada una de las instituciones barriales.

Ante esto, con vistas a forjar lazos, visibilizar la problemática y tomar acciones en conjunto, los clubes nucleados en la Red de Clubes Rosario realizaron este martes el “Foro regional contra los tarifazos” en un Club Libertad que lució colmado por representantes de las instituciones, funcionarios y vecinos.

En declaraciones a Conclusión, Jeremias Salvo, presidente del club Suderland, manifestó que la situación que están viviendo es “muy compleja” y que el sentido de la reunión es “poder visibilizar entre todos la problemática, poder charlarla con los legisladores locales y reclamar la presencia y la necesidad de estrechar lazos con el gobierno nacional”.

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En cuestión de números, tanto para Suderland como para Libertad y la gran cantidad de clubes rosarinos el problema más grave radica en la tarifa de gas.

Como Conclusión contó en un informe anterior, desde el gobierno provincial se subsidia el 50% del consumo de luz y agua a las instituciones. El gobierno nacional, por su parte, a través del programa Clubes Argentinos realiza un reintegro del 40% en las tres tarifas (luz, gas y agua). Sin embargo, la plata de este último dejó de llegar, y los clubes comenzaron a contraer fuertes deudas.

“Hace ocho meses el Club Libertad no recibe ese reintegro, lo que es una suma de 236 mil pesos, una suma extraordinaria para un club de barrio. Si a eso le sumamos la merma en el padrón de socios por la situación socioeconómica que estamos pasando, se hace muy difícil”, explicó Salvo a este medio.

Al respecto de la situación de los socios, el presidente de la Red de Clubes manifestó que “los vecinos y vecinas del barrio están dejando de pagar la cuota del club”.

“Nosotros los incitamos a que vengan. Las puertas de los clubes de barrio están abiertas. Los dirigentes veremos cómo nos arreglamos, pero necesitamos que grandes y chicos estén en el club y entre todos podamos construir algo mucho mejor a lo que estamos pasando”, indicó.

Sobre esto mismo, el concejal de Ciudad Futura, Juan Monteverde, analizó que “la inflación pega en el poder adquisitivo y eso va todo a los precios de los alimentos. En los sectores populares, el alimento representa casi el 40% de los ingresos. Entonces, la gente entre comer y pagar la cuota de un club, va a elegir primero comer”, y agregó: “Que los chicos dejen de ir al club es quitarle a un pibe o una piba un lugar de socialización y abre la posibilidad a otro montón de problemas”.

El edil manifestó que esta reunión entre los clubes, que se estén organizando y que haya presencia de muchos funcionarios de distintos estamentos, es “una buena noticia”.

“Está bueno (que se organicen) porque el neoliberalismo hace estas cosas, corroe todos los resortes y los lazos de la sociedad, y eso cuando se rompe cuesta mucho volver a reconstruirlo. Cada club que cierra, como cada fábrica que cierra, no es que al día siguiente se vuelve a armar. Entonces, creo que estamos a tiempo todavía de buscar todas las medidas que sean posibles para evitar esto mientras duren estas políticas del gobierno, que nada indica que vaya a mejorar”, expresó Monteverde a Conclusión.

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Finalmente, Salvo indicó que el principal objetivo de estos encuentros es también “estrechar lazos con las organizaciones en los barrios”.

“Nosotros no queremos tirarle tierra a nadie, necesitamos generar vínculos. Necesitamos que el Estado nacional esté presente”, cerró.

Entre otros, estuvieron presentes funcionarios como el concejal Eduardo Toniolli, la concejala Fernanda Gigliani, el edil Andrés Giménez, el concejal Pedro Salinas, el diputado provincial Carlos del Frade, y representantes sindicales como el secretario general de Luz y Fuerza, Alberto Botto.