El mediocampista devenido en zaguero, Mauricio Martínez, es una de las figuras canallas de este semestre y por eso será de la partida en el compromiso más importante que tiene Central sobre el cierre de año, cuando ya no juega por nada: el clásico rosarino.

«Va a ser un partido muy duro, ellos no van a querer regalar nada y nosotros vamos a salir a presionarlos como nos pide nuestro técnico. Esperemos tener un buen juego para darle alegría a nuestra gente», analizó en conferencia de prensa.

Y dijo que «desde lo anímico estamos muy bien, tuvimos dos victorias muy importantes ante rivales de jerarquía y eso nos fortalece como grupo y más ante este partido que va a ser muy especial para nosotros».

«Sabemos que tienen jugadores importantes, pero nosotros también tenemos nuestras armas y sabemos a lo que jugamos. Hay que estar tranquilos porque si hacemos un buen partido los tres puntos van a quedarse en casa», agregó el defensor.

El ex jugador de Unión interpretó que «juegue quien juegue, tenemos que estar atentos y concentrados los noventa minutos. Este va a ser un partido muy especial para mí, en una posición en la que ya vengo jugando desde el inicio del torneo y conozco bien».

«Sabemos que si mantenemos la valla en cero en cualquier momento podemos meter un gol. Eso es importante para los defensores y nuestro arquero. Los clásicos se juegan al 150%», dijo Caramelo.

«No se si alguno tiene más presión, nosotros venimos en levantada y nuestra gente se merece esa alegría. Siento que estamos en deuda con ellos y queremos darle la victoria para que puedan estar tranquilos», concluyó.