Barcelona está viviendo un gran momento luego de derrotar, el pasado sábado, al Real Madrid en el Bernabéu por 4 a 0. El club catalán, vigente campeón de Europa, tiene la oportunidad de prolongar la euforia al clasificarse para octavos de final de la Champions League este martes contra Roma.

Pocos hubieran previsto que el Barsa estaría en una nube a estas alturas de temporada. En septiembre los catalanes pugnaban con el Real Madrid y el Villarreal por la cabeza de la Liga, perdieron a Leo Messi por lesión, y se mostraban dubitativos en Liga de Campeones con un empate (1-1) ante la Roma. Dos meses más tarde, se encuentran en lo más alto, recordando por momentos a aquel equipo intratable que conquistó en primavera la triple corona (Copa-Liga-Liga de Campeones).

«Mientras Messi estuvo lesionado intentamos hacer las cosas lo mejor posible. Nunca pensamos tener un mes de noviembre así», resumió con modestia el delantero uruguayo Luis Suárez.

Después de dos meses de ausencia, Lionel Messi, que el sábado ya compitió unos minutos en el derby español (comenzó en el banco de suplentes e ingresó con su equipo en ventaja), volverá al ruedo este martes con el fin de recuperar los minutos perdidos por lesión.

Sobre el partido por la copa, una victoria o un empate clasificarían al Barça, y hasta una derrota podría incluso dar el pase a octavos al conjunto catalán si al mismo tiempo el Leverkusen no se impone al BATE Borisov. Por otro lado, una victoria de la Roma que fuera aparejada a un triunfo del Leverkusen clasificaría a los italianos.

Certificar el primer puesto del grupo ante la Roma permitiría a Luis Enrique preservar a sus estrellas en la última jornada de cara al Mundial de clubes que tendrá lugar del 10 al 20 de diciembre en Japón.