El tenista Leonardo Mayer, de floja temporada en el circuito pero de rendimientos superlativos cuando juega para su país, señaló hoy que la Copa Davis lo ilusionaba desde que era chico y por esa razón siempre rinde más, a 48 horas de la trascendental final que animarán la Argentina y Croacia, en Zagreb.

«Desde chico me gustaba la Davis, disfrutaba mucho hasta cuando me llamaban como sparring, creo que por eso siempre rindo más», reconoció Mayer, de 29 años y relegado al puesto 137 del ranking mundial de la ATP luego de una temporada frustrante en el circuito, ya que se lesionó y además perdió partidos increíbles.

Mayer, el héroe del equipo argentino en Glasgow, donde le ganó el quinto punto a Daniel Evans y decretó el triunfo sobre el campeón Gran Bretaña por 3-2, atendió a los medios de prensa argentinos en el estadio Arena Zagreb y aclaró que no es casualidad que su mejor versión se muestre en la Davis.

Es que el tenista correntino, también clave en el triunfo sobre Polonia en Gdansk (3-2) en la ronda inicial, en marzo pasado, descubre en la Davis una razón para sonreír en una temporada en la que padeció con su hombro derecho, perdió más de 100 puestos en el ranking y también se quedó afuera de los Juegos Olímpicos de Río.

«Estar acá es algo que trato de disfrutar, más allá de que se trata de una final y la quiero ganar, para eso entreno muchas horas al día», comentó Mayer, quien también reveló a Télam que está comiendo poco durante la preparación y que quizá sea atribuible a los nervios lógicos de una serie tan importante.

«Físicamente estoy impecable y no me cuesta jugar en este tipo de canchas. No es tan rápida, es más lenta que la de Glasgow y me siento muy cómodo», comentó el «Yacaré», quien no viajó esta vez con su esposa Milagros, con un embarazo avanzado ya que espera su primer hijo para enero próximo.