El 4 a 0 habla por sí sólo. En el marcador hubo la misma distancia que se vio en la cancha entre Argentina y Estados Unidos. Un gol más no hubiera sido descabellado para una selección que dio cátedra de fútbol en una de las semifinales de esta Copa América.

Imponiendo un estilo de juego que lo caracterizó durante todo el certamen, el equipo de Martino no se apiadó de un modesto elenco norteamericano y lo lastimó de principio a fin.

La presión alta, junto con el constante dinamismo, el criterio y la velocidad a la hora de atacar, hicieron del partido una pesadilla para Guzan y compañía, que la vieron pasar varias veces durante los 90 minutos.

Fue holgado, merecido y contundente. El 4 a 0 data de un muy buen presente argentino en el arco de enfrente. El Pipa Higuaín rubricó su reaparición en el partido ante Venezuela, y el Pocho Lavezzi también se anotó en la red.

El sello distintivo de Messi no faltó. Estuvo a la altura de lo que significa dejar atrás a un histórico como Gabriel Batistuta en la tabla de goleadores, y se colgó de la historia con un majestuoso tiro libre.

El equipo se llevó un aprobado gigante, aunque sería injusto no destacar las tareas de Augusto Fernández, trabajando constantemente en la mitad del campo, o de Éver Banega, que se comió la cancha y brindó un concierto de fútbol.

Llega como tenía que llegar. Argentina está en la final jugando bien, siendo contundente y castigando en el arco de enfrente sin sufrir en el propio.

Es cierto que muy pocos rivales estuvieron a la altura, pero también eso es mérito de lo que propone Martino: el hostigamiento y la molestia constante que significa la presión que ejerce el equipo argentino, es una de las bases del éxito que está teniendo en el certamen y que, esperan, se pueda traducir en la obtención del título.

Síntesis

Argentina: Sergio Romero; Gabriel Mercado, Nicolás Otamendi, Ramiro Funes Mori y Marcos Rojo; Augusto Fernández, Javier Mascherano y Ever Banega; Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y Ezequiel Lavezzi. DT: Gerardo Martino.

Estados Unidos: Bradley Guzan; Fabián Johnson, Geoff Cameron, John Brooks y Matt Besler; Michael Bradley, Darlington Nagbe y Christian Pulisic; Gyasi Zardes, Clint Dempsey y Graham Zusi. DT: Jurgen Klinsmann.

Goles: 3′ PT Ezequiel Lavezzi; 31′ PT Lionel Messi; 4′ y 40′ ST Gonzalo Higuaín

Estadio: NRG, de Houston.

Árbitro: Enrique Cáceres (Paraguay).