Por Santiago Fraga

En épocas donde la tecnología lo ha acaparado todo y se debate sobre la vigencia del cine, la televisión y distintos instrumentos de comunicación, hay algo que parece subsistir a los cambios y a las generaciones: la radio.

Dentro de esa resistencia, se mantiene también una práctica que se ha vuelto costumbre principalmente en la forma de vivir el fútbol de los rosarinos: escuchar las transmisiones radiales. No importa si se está en un auto, lavando cosas, con amigos, en familia, solo, mirándolo por tele o hasta en la misma cancha. Los relatores radiales se han vuelto fieles acompañantes de la pasión.

En ese contexto, en vísperas de la reanudación de la Superliga, desde Radio del Plata se están preparando fuerte para un 2018 mundialista y con los equipos rosarinos en copas internacionales, y han sumado ni más ni menos que a dos de las voces más icónicas del relato rosarino: Walter Hugo y Eduardo Luis.

Conclusión dialogó en el estudio con tres figuras del proyecto, como son Fernando Bravo (ideólogo, productor y relator), Edgardo Bozikovic (locutor comercial) y el propio Walter Hugo (relator), para saber sobre el año que se avecina para el equipo de la 93.5 y hablar sobre las transmisiones radiales.

Si todavía no viste la primera parte, hace click acá.

“El que es hombre de radio siempre lo va a escuchar por la radio»

En el segundo tiempo de esta entrevista, cada uno de los periodistas contó distintas experiencias de su profesión, que además de entretener a los espectadores seguro serán de gran utilidad para los estudiantes de periodismo deportivo.

Por ejemplo, Fernando Bravo, relator y hoy coordinador del proyecto, contó que durante más de diez años realizó estudios centrales, lo que para él era una pasión y que jamás se le había cruzado trabajar en la cancha. “Me levantaba a las 7 de la mañana un domingo para anotar todo sobre el fútbol italiano, español…”, recordó Bravo, en épocas donde realizar estudios centrales no era ni parecido con las facilidades que permite hoy Internet.

Así también, aseguró que “el que es hombre de radio siempre lo va a escuchar por la radio, por más que lo televisen mil canales”, pero como ahora además el fútbol volvió a ser codificado, y no todos pagan el plus para ver el partido “la gente volvió a los años 80 y pico donde sólo se escuchaba por la radio”.

Tal como en la primera parte de la entrevista, los periodistas resaltaron la importancia de estar presentes en todas las canchas y no relatar a través de la imagen de la televisión.

En este sentido, Walter Hugo puso énfasis en la competencia, asegurando que si todos se quedan a relatar el partido por televisión, no se nota. “El tema es cuando hay cuatro radios transmitiéndolo por televisión y una sola en la cancha. Con la tecnología de hoy, si vos mirás el partido por tele y el relator está yendo al mismo tiempo, te está engañando. Si yo estoy en la cancha te llega antes que la televisión”, contó Hugo, al mismo tiempo que también nombró al sonido ambiente como otra forma de darse cuenta cuando una radio está transmitiendo en base a la tele o está en el estadio.

«Si vos mirás el partido por tele y el relator está yendo al mismo tiempo, te está engañando. Si yo estoy en la cancha te llega antes que la televisión”

“Aparte si estás relatando por televisión y se corta el cable, ¿qué haces? ¿De qué te disfrazas? Cosa que ha pasado. Ahí tenés que escuchar al colega que está en la cancha y relatarle arriba, y eso es un mamarracho”, acotó Bravo.

Ir a la cancha, a su vez, te obliga a pasar por un montón de experiencias para montar todo lo técnico que posibilita la comunicación con el estudio y la transmisión del encuentro. “Muchas veces hemos hecho de tirar un cable 60 o 70 metros. En Jujuy hemos terminado transmitiendo desde la línea de teléfono de un vecino que estaba en un segundo piso en la calle lateral. Eran 120 metros de cable, una locura. Y el tipo chocho de la vida. Le dijimos que no iba a poder usar el teléfono en toda la tarde y decía ‘no importa, no importa’”, recordó con gracia Walter Hugo.

En lo que a la tarea del relator refiere, Walter Hugo también destacó que “la radio tiene un aditivo especial”: “Si el 8 de tu equipo cruza la mitad de la cancha y manda un pelotazo cruzado que le pega muy mal, si vos estás en la cancha o lo estás viendo por tele en los primeros 10 metros ya te das cuenta que le pegó mal. En cambio, en la radio por más que yo veo que se va al diablo no te digo que se va al diablo. Son las sensaciones. Los relatores no mentimos, le ponemos énfasis a las jugadas. Puede pasar que haya un partido que sea horrible, cero a cero, pero si yo hice bien mi trabajo vos no te das cuenta que es un bodrio”.

En ese sentido, Bozikovic también resaltó que “la radio te permite hacer otra cosa”, y por eso se mantiene vigente en la audiencia rosarina. “Vos podés escuchar el partido y hacer otro tipo de actividades, caminando, en el auto, regando las plantas”, ejemplificó.

«Puede pasar que haya un partido que sea horrible, cero a cero, pero si yo hice bien mi trabajo vos no te das cuenta»

Su trabajo de locutor comercial es uno de los actores fundamentales de una transmisión, sin nunca estar presente en la cancha. El mismo, todos concordaron, es uno de los que más tiene que estar absolutamente concentrado. Por esto mismo debe aprender a estudiar lo tiempos de cada relator y saber cómo manejar las tandas, con el aliciente de, generalmente, sólo poder guiarse por la voz en directo de sus compañeros en el estadio.

«La radio empieza dos horas antes y termina una hora después»

De igual manera, destacó que así como el relator debe poner énfasis a las jugadas, ameriten la emoción o no, lo mismo pasa con las publicidades. “Es fácil vender pizzas, pero anda a venderle bulones al que está escuchando. Tenés que ponerle ese mismo énfasis que el relator le pone a la jugada”, contó.

Finalmente, otra de las cosas que destacaron a la hora de resaltar por qué la radio y las transmisiones siguen subsistiendo, marcaron una diferencia con la televisión en la duración de la cobertura de un partido.

“La radio empieza dos horas antes y termina una hora después. La televisión empieza cinco minutos antes del partido y se van apenas termina”, comparó Bravo.

Vuelve el fútbol y con él las transmisiones, dos grandes pasiones rosarinas