Bajo el título “La nueva vida de Mario Kempes”, la sección Deportes del diario español “El País” repasa parte de la vida del ex jugador estrella en el Mundial 78 jugado en Argentina, haciendo foco en su adicción al tabaco.
“Ha dejado de fumar y ha aprendido a cuidarse tras una grave operación de corazón”, señala el autor de la nota, el periodista Juan Morenilla, quien inicia el diálogo preguntándole a Kempes si recordaba su primer cigarrillo.
“¡Claro que me acuerdo!”, contestó el “Matador”. “Yo tenía 15 años. Le vamos a echar la culpa a los camiones que tenía mi viejo. Hacíamos viajes larguísimos y los muchachos me lo hicieron probar. Como todo chico, caí en la tentación. Me agarraba una tos terrible”, cuenta el ex delantero argentino.
Agrega en la entrevista que durante el Mundial de 1978, en el autobús camino del estadio, junto a Héctor Baley –arquero suplente de Fillol-, se sentaban en la última fila. Ahí encendían un cigarrillo. El olor, claro, llegaba hasta sus compañeros… y hasta el entrenador, César Luis Menotti, pero todos permitían el capricho de su goleador, pues este respondía luego en el área. “Eran mis cábalas”, dice; “cada uno tenía la suya. Unos rezaban y otros fumábamos el cigarrito, que eran dos caladas y ya”.
Al someterse a unas pruebas para operarse de una cadera, el médico le dio la voz de alerta. El 80% de sus arterias estaban obstruidas y había sufrido un infarto de corazón. “Yo nunca me enteré de lo que me estaba pasando. Hasta que me dijeron que no me podía operar la cadera si no me operaba antes el corazón. Gracias a Dios, a pesar de todo lo malo que estaba, estaba fuerte. Cuando me abrieron, era más grave y complicado de lo que parecía”.
Del quirófano salió Kempes con seis by-pass y la promesa de no volver a fumar. Así ha cumplido. “Ya estoy pensando en la próxima operación, de la cadera en marzo. Ahora como más sano, me cuido más, he dejado de fumar. Eso sí que fue de raíz”, explica.