Un control que dio resultado. Ayer, cuando se abrieron las puertas del Gigante de Arroyito para la jornada del clásico entre Central y Newell’s, la Policía a cargo del operativo incautó distintos tipos de fuegos artificiales, que se resumen en una torta pirotécnica de 130 tiros de dos pulgadas que generan unos 10 minutos de fuegos artificiales, 40 potes de humo y demás.

Sin embargo, el secuestro más grande se produjo dentro de un sector del palco oficial, donde existe un depósito de electricidad. La pirotecnia estaba oculta dentro de unas tuberías. En otro procedimiento se secuestraron también bombas de humo, que quería ingresar el servicio de catering, en un doble fondo en las cajas donde llevaban sándwiches.

pullaro_centro_monitoreo_editadaA raíz de esto, la provincia de Santa Fe, en conjunto con el ministerio de Seguridad provincial, al mando de Maximiliano Pullaro, pidió que la Justicia investigue el caso para determinar quiénes fueron los culpables de que se haya querido ingresar a la cancha elementos que estaban expresamente prohibidos desde la previa.

Precisamente, se indagará quien armó estos paquetes y quien pretendía retirarlos de los palcos. Aquí es donde se ve envuelta inexorablemente la comisión directiva canalla. No obstante, con motivo a dicha acusación, el vicepresidente segundo del club de Arroyito, Ricardo Carloni, salió a poner la cara y explicar que ellos no tienen “nada que ver” con la maniobra.

Carloni, en declaraciones a Radio 2, dijo que espera que se sancione a los responsables y anticipó que se reunirán con el titular de la empresa. En su intento de desvincular al club de este hecho, repitió que ellos “desconocían esta situación” pero advirtió que si hubo un implicado quedará afuera inmediatamente. Asimismo, si se determina que la empresa estuvo vinculada se le rescindirá el contrato.