Alejandro Sabella reveló que la incorporación del experimentado defensor Rolando Schiavi para las semifinales de la Copa Libertadores 2009 la decidió «de la nada», mientras estaba en la cocina de su casa, y para compensar a un equipo que ya había perdido por lesión a dos baluartes como Agustín Alayes y Marcos Angeleri.

«Tuve mucha suerte. Estaba sentado en casa y pensé de la nada: ‘tengo que traer un jugador’. Se venían las semifinales y sabía que no iba a poder incorporar a ninguno que haya jugado la Copa ni que estuviera peleando el título o el descenso en el torneo argentino. Me voy a la cocina, en la televisión había un partido de Newell’s y lo veo al Flaco. ‘Es él’ pensé sin dudar», recordó el entrenador.

«Más suerte que esa imposible. Fue una frutilla del postre, una bendición, impecable, impresionante», describió Sabella sobre el recio zaguero que ya había ganado la Libertadores con Boca en 2003 y desde 2007 defendía la camiseta del equipo rojinegro.

El propio Schiavi, en su autobiografía «Historia de un guerrero ganador», contó lo que sintió en el momento de la coronación en Brasil: «Me puse muy contento por todos los chicos del plantel. Yo siempre traté de estar un poco al margen porque sabía que no me lo merecía tanto, pero me sentía campeón».

El nacido en Lincoln llegó un lunes al Country de City Bell y el jueves debutó en la semifinal con Nacional de Montevideo. Jugó cuatro partidos y fue campeón de América. Todo un récord.