Este viernes, en el ingreso de la sede de la Unión de Rugby de Rosario, la comunidad deportiva del club Duendes, junto a familiares y amigos, encendieron velas, pidiendo por la salud del rugbier juvenil, Ignacio Maeder, que sufrió un fuerte golpe tras derrumbarse un scrum, el pasado sábado en un partido que disputaba el Verdulero ante Crai.

Un centenar de personas, se autoconvocaron por las redes sociales y rezaron en Salta al 2300, implorando por la pronta recuperación del joven deportista, que sigue internado en un sanatorio céntrico.

Durante el evento, no hubo oradores y bajo un silencio sepulcral, los asistentes esbozaban miradas compungidas. Los directivos de la Unión de Rugby de Rosario, no estuvieron presentes, si se llegaron los compañeros de Nacho y las hermanas, que habían estado en el nosocomio. También, dieron el presente la concejal Agustina Bouza y el padre de Lichu Zeno.

La historia de Nacho Maeder en el club Duendes, comenzó hace unos años cuando llegó desde Chaco para estudiar Ingenieria y comenzó su carrera deportiva, junto a su hermano mellizo Augusto. Quienes lo conocen, destacan su don de buena persona y es muy querido en el plantel.

Las hermanas de Ignacio, estuvieron en la autoconvocatoria y comentaban, la necesidad del rugbier chaqueño por observar el partido de Los Pumas, en la madrugada del sábado, reflejando su pasión por el deporte.