Los pilotos argentinos Kevin Benavides (KTM), bicampeón del Dakar en las ediciones 2021 y 2023, y su hermano Luciano (Husqvarna), campeón del Rally Raid 2023, apuntaron contra las características del trazado en la primera etapa del Dakar, que unió las localidades de Al-Ula y Al Henakiyah, y señalaron que a los organizadores «se les fue un poquito la mano con las piedras».

«Fue una etapa muy dura, muy física y muy lenta. Yo creo que se les fue un poquito la mano con las piedras», aseguró Kevin, quien finalizó octavo en la etapa que ganó el oriundo de Botswana, Ross Branch (Hero), y marcha en la misma posición en la general.

Además, el mayor de los hermanos detalló que, tras la detención para repostar combustible, se encontró con «mucha piedra negra de los volcanes».

«Creo que mi ritmo era fuerte y me sentía bien sobre la moto. Mi objetivo para hoy era asentarme y hacer una etapa buena y sólida, pero nos queda un largo, largo camino por recorrer», concluyó el piloto de Red Bull, en diálogo con la prensa.

Por su parte, Luciano también puso el foco en el trazado y resaltó: «No entiendo el parámetro de hacer tantos kilómetros en piedra, esto no se parecía nada a un rally, vi dos caídas y me perdí un poco con el tiempo. No me sentí muy cómodo».

El salteño, de 28 años, aseguró que se le acalambraron las manos por las dificultades del recorrido y que «en los últimos doscientos kilómetros no pude ni abrirlas».

En la misma línea, el piloto reclamó que la etapa fue más como un enduro o trial durante cuatrocientos kilómetros y dejó en claro que no le gustó «nada» la especial, pero «así es el Dakar y hay que seguir».