MARTES, 26 DE NOV

Hizo lo que debía

El Canalla cumplió su tarea y se quedó con tres puntos vitales para seguir con vida en la Copa, ante un endeble rival. Agustín Módica y Maxi Lovera, los mejores de la noche.

Por Paulo Viglierchio

Rosario Central hizo lo que debía hacer. Por primera vez en el año, jugó a favor de sí mismo. Sin brillar ni mucho menos, pero si con merecimiento, se regaló un triunfo fundamental para dar el mensaje de que todavía está vivo en el plano continental.

Con un 4-3-3 ofensivo como principal novedad, el equipo de Miguel Ángel Russo salió a escena sabiendo de sus obligaciones. No había margen de error.

A pesar del claro favoritismo y la diferencia notoria de planteles, al Canalla le costó imponer condiciones al principio, carecía de sorpresa, hacía un juego cansino, monótono, previsible.

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La única llave que se mostraba favorable para destrabar la historia era Maxi Lovera, quien hizo pesar su gambeta y desparpajo. Por allí estuvo la clave del fútbol auriazul que podía destrabar el cerrojo venezolano.

Caracas había dispuesto de la ocasión más clara, con un zurdazo de Pernía que desactivo Fatura Broun. Cuando parecía que iba a costar romper la pasividad, el propio Lovera sacudió la modorra con un golazo de tiro libre para abrir el marcador. Momento trascendental del encuentro.

De allí en adelante, Central se acomodó y empezó a manejar el desarrollo. Se afianzó Caramelo Martínez en el medio y el Bicho Campaz y Nacho Malcorra se asociaron mejor. A partir de un desborde del colombiano, Módica apareció solo por el medio y casi que sentenció el pleito. La importancia de tener un centrodelantero, en una competencia de calidad como la Libertadores es fundamental.

En el complemento, el Canalla arrancó dormido, cediendo el balón y la iniciativa a un adversario muy débil, que a pesar de eso jamás representó un peligro. El panorama se tranquilizó y aclaró mucho más a partir de otra conquista de Módica, quien capturó el balón luego de una serie de rebotes tras centro de Módica y fusiló a Fariñez en el área chica para ahora si liquidar el trámite. Asunto cerrado.

Ya con un marcador holgado, Central durmió la pelota y se dedicó a cuidar el resultado. El objetivo ya estaba cumplido.

Quedó tiempo para un buen descuento venezolano a partir de un derechazo cruzado de Echenique. Mejor aún resultó el gol de Francesco Lo Celso, quien abrió el pie y la colocó de zurda contra un palo, luego de una gran combinación entre O’Connor, de buen ingreso desde el banco, y Lovera, una de las figuras de la noche.

Así, el Canalla redondeó una victoria justa, necesaria, que llegó en el momento oportuno. Todavía tiene chances en la Copa, la final con Peñarol en Uruguay definirá su futuro internacional. La matemática acompaña, hay que ganar, de eso se tratan las grandes competencias.

 

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