El británico Lewis Hamilton y su escudería Mercedes, al frente del Mundial de Fórmula 1, deberán defender los 40 puntos de ventaja, mientras que el alemán Sebastian Vettel y Ferrari apuran sus últimas opciones de título en el Gran Premio de Rusia, este fin de semana en Sochi.

En pole position para alcanzar, antes que su rival, la quinta corona mundial, Hamilton afronta la 16ª carrera de la temporada con 40 puntos de ventaja en la clasificación de pilotos, un colchón muy respetable.

Vencedor de los dos últimos grandes premios, se puede permitir gestionar la renta. Si el domingo por la noche tiene 35 puntos de ventaja, se podrá conformar con terminar las últimas cinco carreras en la segunda posición para ser nuevamente campeón mundial.

Pero no sería el estilo del británico. «No veo por qué tengo que cambiar. Me gusta atacar y me ha ido bien. No voy a pensar en los campeonatos (de pilotos y constructores, en el que Mercedes cuenta con 37 puntos de ventaja sobre Ferrari)», señaló.

«Lucharemos por la victoria», confirmó su jefe, el austriaco Toto Wolff. Después de la mala experiencia en la ciudad-balneario rusa el año pasado (cuarto en la clasificación y en la carrera), Hamilton desembarca al borde del Mar Negro con ganas de revancha.

Su victoria ante Ferrari en Italia y su espectacular pole en Singapur le permiten llegar pleno de confianza, sabiendo además que su equipo brilla especialmente en Sochi, gannado las cuatro últimas ediciones -el propio Hamilton en 2014 y 2015, Nico Rosberg en 2016 y Valtteri Bottas en 2017.