Por Fabrizio Turturici

 

El rendimiento colectivo de Rosario Central fue de menor a mayor en la primera parte, y  de mayor a menor en el complemento. El equipo se terminó quedando sin piernas y sin oxígeno: dejó de manejar la pelota, se retrasó y sufrió las consecuencias.

Para Conclusión, el mejor jugador de la cancha fue Gastón Gil Romero. Repasá el uno por uno:

Sebastián Sosa (5): Aunque en las jugadas de desarrollo responde bien, le falta todavía en la salida. En las pelotas paradas mostró muchas dudas. Pudo haber hecho algo más en el gol: reaccionó tarde.

Paulo Ferrari (6): El Loncho tuvo un partido regular, como la mayoría a lo largo de su carrera. Funcionó correctamente, pero no deslumbró.

Esteban Burgos (4,5): La diferencia de altura y velocidad con Franco Niell lo complicaron todo el partido. Mucha incertidumbre.

Javier Pinola (6): Arrancó con el pie izquierdo y se fue afirmando, al igual que todo Central. No estuvo sólido como de costumbre, pero fue un punto de apoyo constante del equipo.

Jonás Aguirre (5): Adaptado a una nueva posición, cumplió. Fue una lanza de punta por su sector, una alternativa en cada trepada. A la hora de defender, lo hizo sin mayores inconvenientes.

Gustavo Colman (5,5): Lento, pero preciso. Como siempre, el mediocampista mostró más calidad que despliegue. La pelota descansa tranquila en sus pies, pero no aportó en la recuperación ni retroceso.

Gastón Gil Romero (7,5): Muy solo en los albores del partido, se fue convirtiendo, poco a poco, en el mariscal del equipo. Corrió, metió, jugó e hizo jugar. Un partidazo para convertirse en la FIGURA.

Pablo Becker (6): La activa participación del volante no se tradujo en profundidad. Insinuó incansablemente por izquierda, pero fueron más las veces que salió perdiendo.

Giovani Lo Celso (6,5): Recuperó el nivel que había perdido y volvió a ser el más importante de la cancha. Tanto trasladando como tocando, fue clave en los ataques canallas. Pero bajó la intensidad en el complemento y su equipo dejó de tener ideas.

César Delgado (5): Su técnica con la pelota no se discute, pero faltó despliegue y jugó a otro ritmo del de sus compañeros. La carencia de velocidad lo hizo, muchas veces, perder balones innecesarios.

Ijiel Protti (5,5): De menor a mayor. Salió nervioso, pero se fue soltando con los minutos y no se achicó en ningún momento. Se codeó con los grandotes de Gimnasia y la pidió siempre. En actitud, aprobó. En aptitud, se verá…

DT. Eduardo Coudet (6): Su planteo fue ambicioso. A pesar de no depositar titulares en cancha, no se achicó y fue todo el tiempo en busca del resultado. El equipo tocó de primera pero no pudo profundizar.

Ingresantes:

Rodrigo Migone (5): Su ingreso a los 24 minutos del complemento, por Pablo Becker, sirvió para oxigenar a Central. A la movilidad y velocidad no le sumó peso ofensivo.

Maximiliano Lovera: Sin calificación.

Rodrigo Battaglia: Sin calificación.