El entrenador del Napoli de Italia, Gennaro Gattuso, sostuvo que parar a Lionel Messi «solamente es posible en sueños o en la playstation» de su hijo, al analizar el partido de vuelta por los octavos de final de la Champions League, cuya ida salió 1 a 1.
«Ahora la cabeza está puesta en Barcelona y debo decir que ya tengo una idea de entrenamiento en mente, pero quiero evaluar hasta el final, después de la semana de trabajo que nos espera, para elegir la estrategia adecuada», confió el ex jugador.
Y luego bromeó: «Me preguntan cómo parar a Messi y lo primero que se me ocurre es que podría marcarlo en sueños o jugando al Playstation de mi hijo, y seleccionando al Gattuso con la camiseta del Milán, cuando pesaba quince o veinte kilos menos».
Más tarde su preocupación se trasladó a la posible baja de su capitán y figura Lorenzo Insigne, que salió lesionado y entre lágrimas del último partido de la Serie A ante la Lazio. «Habrá que esperar el resultado de la resonancia magnética que se hizo el domingo», apuntó.
Por último, Gattuso aclaró que «lo concreto acá es que queremos escribir una página importante. Vamos a jugar en un campo de alto nivel como el Camp Nou y queremos estar a la altura. Por eso estamos tratando de hacer algo diferente, realizando presión alta pero también bajando, porque en estos desafíos hay que estar preparado para todo, y si queremos competir con Barcelona, algo tendremos que arriesgar».
Del otro lado
Mientras tanto, el Barcelona apunta todos los cañones a la Champions League luego de dejar escapar LaLiga de España en las últimas fechas, por eso su entrenador Quique Setién ensaya una línea de tres en el fondo, apostando fuerte en su propia cancha.
Además, el ex director técnico del Real Betis piensa en el astro argentino Lionel Messi como referencia de ataque junto al uruguayo Luis Suárez, para jugar el próximo sábado a las 16 en el Camp Nou, tras la ida igualada por uno en el estadio San Paolo de Italia.
El encuentro es de vital importancia para el futuro culé, ya que una eventual eliminación podría significar el fin de ciclo para Setién, pero también abrir un panorama de incertidumbre sobre el devenir de Messi, con rumores de salida más fuertes que nunca.
