Por Enrique Genovar

Teófilo Gutiérrez, el refuerzo de renombre internacional de Central, la está rompiendo en los Juegos Olímpicos de Río con su selección. El colombiano es capitán y el nombre más importante que tienen los cafeteros para soñar por una medalla. El delantero convirtió en los tres juegos que tuvo Colombia y es la gran figura.

El torneo de Teo no sólo vuelve locos a los de su país, sino que también lo hace con la mayoría de los hinchas canallas, que se ilusionan con verlo pronto con la auriazul. Pero también están los que van por el camino de la mesura y que prefieren esperar para ver cómo rinde en el equipo de Eduardo Coudet.

No hay dudas de la importancia de un jugador como el colombiano. Pero sin dudas, por sus antecedentes, hay una pregunta cuya respuesta marcará casi a fuego cómo le irá en Central: ¿cuál será “su” objetivo en esta nueva etapa?

Gutiérrez tiene en su haber muchísimos clubes y casi llega a la decena de títulos ganados. Pero la salida de casi todos ellos ha sido traumática y su rendimiento ha ido relacionado siempre a un objetivo individual. Si Teo pretende, luego de Central, dar un paso superador en su carrera andará bien; si en cambio después de jugar en el Canalla no tiene en claro qué hará, las dudas sobre su rendimiento se acrecentarán.  Un ejemplo muy claro de esto es cómo le fue en su último paso en el fútbol argentino. Meses después de haber llegado a River se fijó como objetivo ir al fútbol europeo y así lo logró. La rompió en el equipo millonario y de Portugal lo vieron y se lo llevaron.

Teo es así, un jugador con características indiscutibles, pero con una personalidad egocéntrica que pone su objetivo individual por delante del de el colectivo. Claro que esto va relacionado y en River lo logró. Gutiérrez, quien es una de las figuras en el fútbol olímpico, aquel jugador que antes de llegar vuelve locos a la mayoría de los canallas y genera mesura en muchos otros…