Familiares, amigos, autoridades y vecinos despidieron este sábado los restos de Emiliano Sala, el futbolista argentino que murió el 21 de enero en un accidente aéreo mientras se trasladaba de Nantes (Francia) a Cardiff (Gran Bretaña), en un multitudinario funeral realizado en el Club Atlético y Social San Martín de la localidad santafesina de Progreso.

La ceremonia comenzó a las 7 y se extendió hasta pasadas las 15, con la familia del jugador junto al ataúd -a cajón cerrado- durante toda la jornada mientras los vecinos y allegados se fueron acercando a saludar al «hijo pródigo» del pueblo, tal como lo catalogaron al ex delantero.

Una bandera colgada frente al club rezaba «Nunca caminarás solo», mientras adentro más de una veintena de coronas y dos fotos en gigantografía del delantero decoraban el salón.

«Es una pena este desenlace, se nos va un luchador», comentó Nicolás Higuaín, representante de Emiliano de 2011 a 2017.

El ingreso de vecinos en el club fue incesante, muchos llevaban flores y coronas para despedir al jugador, y, tras saludar a su familia, se quedaban tomando mate afuera recordando anécdotas de la infancia del futbolista.

Daniel Ribero, presidente del club San Martín, aseguró que se le harán futuros homenajes a Sala porque «nos aferramos a las cosas lindas, nos acordarnos de Emiliano como persona».

«Cuando pase esta etapa de dolor iremos pensando a qué ponerle su nombre en el club, puede ser al polideportivo o a la cancha. Es un humilde homenaje por cómo nos ha dejado parados frente al mundo», aseveró.

Neil Warnock, el entrenador de Cardiff, el club al cual iba a pasar Sala tras su paso por Nantes en una venta histórica de 17 millones de euros, viajó desde Inglaterra junto al CEO Ken Choo para despedir al jugador.

«Cosas como estas no pasan muy seguido, no podés entender las emociones por las que pasa la familia. Están muy unidos, como está todo el pueblo. Fue todo muy movilizante. Ahora al menos pueden tener un cierre», aseguro Warnock y comentó que pudo intercambiar anécdotas sobre Emiliano con la madre para «distender un poco».

«Vinimos a expresar nuestras condolencias. Es muy bueno que hayamos venido y conocer a la familia y a toda la comunidad. Estamos contentos de venir a mostrar nuestro respeto por Emiliano», aseguró Choo y evitó polemizar sobre las responsabilidades por el accidente de avión: «Le dejamos a las autoridades la investigación».

En las cercanías del club hubo un ambiente silencioso a pesar de la llegada de muchos medios internacionales, bajo un fuerte operativo de seguridad de la Policía de Santa Fe y de una empresa privada.

Martín Gatti, primo de Emiliano Sala, afirmó que «hay que investigar» la caída del avión que le costó la vida al futbolista cuando viajaba el 21 de enero de Nantes a Cardiff, porque «hubo muchas irregularidades», y advirtió: «No lo vamos a recuperar, pero si hay responsables, que paguen».

«Algo raro hubo, lo mandaron solo en un avión con problemas, con un piloto sin experiencia. Lo tendrían que haber cuidado más si era la venta más importante del Nantes en su historia. No lo cuidaron», aseveró un apesadumbrado Gatti al hablar con la prensa sobre el siniestro aéreo.

Nacho, primo del padre de Emiliano y también oriundo de Cululú, el pueblo donde nació el jugador, tras salir con profunda tristeza del funeral, contó que «la familia está muy tocada. Pero bueno, son cosas de la vida».

«No llegamos a comprender cómo pasó esto, estamos doloridos», agregó.

La avioneta Piper PA-46 Malibu que trasladaba a Sala desde Nantes a Cardiff desapareció el lunes 21 de enero cuando cruzaba el Canal de la Mancha.

El cadáver de Sala fue recuperado la semana última del fondo del Canal de la Mancha, en tanto aún no se encontró el del piloto.

El cajón con los restos del futbolista llegó ayer por la mañana desde Gran Bretaña y, del aeropuerto de Ezeiza, se lo trasladó en una camioneta hasta Santa Fe y luego en la madrugada hacia Progreso, donde se realizó hoy la despedida.

Tras una misa de cierre, la familia y amigos -encabezados por los futbolistas Nicolás Pallois y Diego Rolan- retiraron el cajón hacia el coche fúnebre escoltados por un cordón que formaron los chicos del club para ir rumbo a Santa Fe, donde se hará la cremación del cuerpo en el Cementerio Municipal.

Solo hubo aplausos que duraron varios minutos, el llanto de algunos vecinos y la exclamación de otros, «Vamos Emi!», para despedir al chico que marcó la historia del pueblo, ya que Sala fue hasta el momento el único jugador profesional que salió de allí y fue un ejemplo de «humildad y sacrificio», como reconocieron los progresinos.